Hans Albrecht Bethe (1906-2005) fue un físico teórico alemán-estadounidense cuyas contribuciones a la física y la astrofísica fueron fundamentales en el siglo XX. Bethe nació en Estrasburgo, que en ese momento formaba parte del imperio alemán. Su padre era un anatomista judío y su madre provenía de una familia cristiana alemana.
Bethe estudió física en la Universidad de Frankfurt y la Universidad de Múnich, donde obtuvo su doctorado en 1928 bajo la supervisión de Arnold Sommerfeld. Tras obtener su doctorado, Bethe trabajó en diversas instituciones académicas en Europa, incluyendo el Instituto de Tecnología de Karlsruhe y la Universidad de Tubinga.
En 1933, con el ascenso del nazismo en Alemania, Bethe, siendo de ascendencia judía, se vio obligado a abandonar su país. Emigró primero al Reino Unido, donde trabajó en la Universidad de Manchester, y luego a Estados Unidos en 1935, donde se unió a la Universidad de Cornell, en Ithaca, Nueva York. En Cornell, Bethe se convirtió en una figura destacada en la física teórica.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Bethe fue un miembro clave del Proyecto Manhattan, trabajando en el Laboratorio Nacional de Los Álamos. Fue jefe de la División Teórica y jugó un papel crucial en el desarrollo de la bomba atómica. Su trabajo incluyó la teoría de la difusión y la fusión nuclear, que fueron vitales para el éxito del proyecto. Aparece brevemente en la película Oppenheimer (2023).
Después de la guerra, Bethe volvió a Cornell y continuó haciendo importantes contribuciones a la física. En 1967, recibió el Premio Nobel de Física por su trabajo sobre la producción de energía en las estrellas. Bethe desarrolló la teoría del ciclo de Bethe-Weizsäcker, que explica cómo las estrellas convierten hidrógeno en helio y generan energía a través de la fusión nuclear.
Bethe también tuvo un papel activo en la política científica y el desarme nuclear, abogando por el control de armas y el uso pacífico de la energía nuclear. Fue asesor científico de varios gobiernos y un firme defensor de la responsabilidad ética de los científicos.
A lo largo de su carrera, Bethe recibió numerosos honores y premios, incluyendo la Medalla Nacional de Ciencia de Estados Unidos y la Medalla Enrico Fermi. Continuó activo en la investigación y la enseñanza hasta su muerte, siendo una fuente de inspiración para generaciones de físicos.
Hans Bethe falleció el 6 de marzo de 2005 en Ithaca, Nueva York, a la edad de 98 años. Su legado perdura a través de sus contribuciones fundamentales a la física y su compromiso con la ética científica. Un grande. Y como muestra de ello, no os perdáis esta lista de reproducción de vídeos de Youtube.