martes, 31 de diciembre de 2024

Algunos libros de divulgación que he leído en 2024

Termina 2024 y, fieles a la tradición de este día, es hora de compartir por aquí algunas de mis lecturas de este año. Han sido veintidós libros y todos en papel. Una cantidad bastante alejada de otros años, al menos en lo que a divulgación científica se refiere. Tampoco importa lo más mínimo, ya que otras buenas lecturas han ocupado mi tiempo. Ahí va la clásica metafoto y también más adelante la lista de ensayos, novelas o cómics que han caído durante estos doce meses. 




Memorias de la Tierra (Elena Sanz)

Muy interesante y entretenido. La calidad de escritura de Elena, curtida en años de popularizar la ciencia, se nota en cada página. 


Ciencia idiota (Pablo Palazón)

Divertido, riguroso y original. Es muy difícil combinar el humor con la divulgación. Y en mi opinión, Pablo lo consigue.


No todo vale (Lluís Montoliú)

El estilo de Lluís, siempre amable sin sacrificar profundidad, se manifiesta en este libro en todo su esplendor. En esta ocasión el tema central es la bioética, una disciplina que el autor domina. Y eso se nota. Muy recomendable.


La era química (Frank A. Von Hippel. Traducido por Emilio Pérez Manzuco)

Como los cuatro jinetes del Apocalipsis el libro se divide en cuatro bloques: Famine (Hambruna), Plaga, Guerra y Ecología. Se trata de un profundo ensayo sobre los sobre las personas que se esforzaron por detener el hambre, las enfermedades y el daño medioambiental usando la química. Me ha gustado bastante aunque hay cosas del libro que creo están sacadas fuera de contexto. Pero muy bien.


Historia de los metales que cambiaron el mundo (Álvaro Martínez Camarena)

Un gran libro al que le dediqué esta entrada en el blog. 


La ciencia en cuestión (Antonio Diéguez)

Una defensa de la ciencia desde el prisma filosófico. Maravilloso y necesario. 


Las ballenas cantan jazz (Mario Viciosa)

Una delicia narrativa, toda una sorpresa. El enfoque epistolar es un acierto y es uno de esos libros que se devoran con emoción. Es lo que tiene la buena literatura científica si se acompaña de la música. Un diez.


A bordo de tu curiosidad: Un viaje por las preguntas y retos de la ciencia actual (Carlos Briones)

Qué decir de este libro... Pues que quizá sea uno de los mejores que he leído este año. El lirismo científico de Carlos Briones se propaga en las páginas de una cuidadosísima edición de lujo. Dirigido a todo tipo de público, está a la altura de los grandes textos del género. Disfruté mucho con este diálogo dialéctico sobre los temas más interesantes de la naturaleza que nos rodea. Todo un espectáculo.


Física cuántica (V.V.A.A. con coordinación de Eugenio Manuel Martínez Aguilar)

La variedad de enfoque de los autores de este libro, entre los que me encuentro, hacen de él una interesante iniciación hacia los entresijos del mundo cuántico.


El anciano que hizo el amor con un fantasma y otras historias sobre lo paranormal (Luis Alfonso Gámez)

El último trabajo de Luis Alfonso Gámez emerge cual faro de luz escéptica que nos ilumina utilizando una selecta serie de capítulos de la historia relacionados con lo paranormal y las pseudociencias. Esta delicia de libro, que recopila episodios insólitos contados en el contexto cultural de la época en que sucedieron, se perfila como un pequeño y divertido manual antisupercherías. Lo que distingue a ‘El anciano que murió haciendo el amor con un fantasma y otras historias sobre lo paranormal’ de otras obras de su misma temática no es solo su meticulosa recopilación de hechos y sucesos relacionados con el espiritismo, los OVNIs y otras conspiraciones, sino la manera en que estos temas son abordados: con rigor histórico (acompañado de referencias a pie de página) y una cariñosa lente crítica que invita al lector a cuestionar, analizar y, sobre todo, a pensar. Lo recomiendo encarecidamente para cualquier tipo de lector esté más o menos interesado en el pensamiento escéptico.


El sueño de la inteligencia artificial (Gisela Baños)

Muy bien documentado, ameno y estimulante ensayo sobre la historia de la inteligencia artificial. Se agradece todo el trabajazo que ha tenido que hacer la autora para condensar todo el conocimiento sobre esta materia. 


El enigma del almuerzo y otros juegos matemáticos (Bartolo Luque)

Entretenido, al estilo de Luque. En esta ocasión nos comparte enigmas de personajes conocidos de la historia como Lewis Carroll, François Édouard Anatole Lucas, Sam Loyd, W. W. Rouse Ball, Henry Ernest Dudeney y Yakov Perelman.


El canon oculto (José Manuel Sánchez Ron)

Otro tochazo de este autor con una selección de cien libros de ciencia comentados en profundidad. No lo he leído entero pero me ha parecido una selección bastante interesante... Ideal para saltar entre sus páginas y como arma arrojadiza en caso necesario. :P


No todas las drogas son iguales (David Nutt. Traducido por el equipo Pinolia)

Le dediqué esta entrada en el blog. La cubierta es bastante autoexplicativa del contenido del libro.


Los cielos retratados (José Miguel Viñas)

Uno puede ser amante de la ciencia. O de la pintura. O de ambas. O puede que ni te guste la pintura ni la ciencia. Da igual, este libro sí que te va a gustar. La original mirada de Viñas al mundo del arte pictórico no nos deja indiferentes. Y si lo hace háztelo mirar. 


Genoma (V.V.A.A. Coordinado por Sergio Parra)

Al igual que he comentado antes con Física cuántica, aquí el tema central es la biología molecular. Y sí, también he participado en este libro. 


Historia del oro (Alejandro Navarro)

Tengo debilidad por los libros de Alejandro. Y en esta, su última obra, nos regala un paseo histórico por el elemento químico oro desde la Antigüedad hasta el presente. Ameno y enriquecedor. 24 quilates. 


20 razones para amar la química (Héctor Busto)

Una ideal, y siempre necesaria, introducción a la química para todo tipo de lectores. Héctor Busto, catedrático de Química en la universidad de La Rioja, nos deja una visión de amplio espectro sobre esta disciplina y su importancia en nuestro día a día. Me encantó este libro. 


Antropológica Mente (Emiliano Bruner)

Recopilatorio de artículos de Emiliano Bruner, con una extensa variedad de temas, siendo la evolución humana y del cerebro el eje vertebrador. Muy bueno.


El último latido de Laika (Eugenio Manuel Fernández Aguilar)

Creo que hay pocos libros de divulgación tan originales como este. Una aventura sobre los animales que han participado en momentos claves de la historia de la ciencia. La cercanía y el rigor, marca de la casa 'Eugenio Manuel' se perfilan en cada página de este libro. No os lo perdáis.


Las matemáticas del cosmos (Ian Stewart)

Un libro con un título muy bien puesto. Gran libro, sin excesiva complejidad matemática y que se lee muy bien. 


Un inmenso azul: El mar, el abismo y la curiosidad humana (Patrick Svensson. Traducido por Carolina Moreno)

Nada como terminar el año con una deliciosa delicatesen. Y este libro lo es. Uno no sabe si está leyendo una novela de aventuras o un libro de divulgación. Ahí lo dejo.

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Y como he dicho al principio, también he tenido tiempo para otras lecturas que os resumo a continuación:


-Banderas lejanas, de Fernando M. Laínez y Carlos Canales Torres. Fascinante.

-Piensa como un emperador romano, de Donald Robertson. Nefasto título para uno de los mejores libros que he leído sobre el pensamiento estoico.

-Mamíferos que escriben, de Manuel Moyano. Todo lo que hace Moyano merece ser leído.

-La filosofía de los estoicos, de Anna Schriefl. Bien.

-¿Qué es la calidad en el arte?, de Alejandro Vergara. Sublime.

-Carta blanca, de Jordi Lafebre. Precioso.

-Sandman vs Lucifer, de Pedro Angosto. Muy bueno.

-Otra historia del arte, de El Barroquista (Miguel Ángel Cajigal). Me encantó este libro.

-Cuentos verdaderos, de Rosa Montero. Geniales.

-La última función, de Luis Landero. Landerismo puro.

-Epicteto (El arte de vivir en tiempos difíciles), con traducción de de Ignacio Pajón Leyra. Buenísimo.

-El hombre sin rostro, de Claudio Cerdán. Obra maestra del género.

-Daredevil #3 y #4. Para amantes de este diablillo.

-La última primavera, de Charo Guarino. Conmovedor.

-Tiempo por venir, de Miguel Ángel Hernández. Nostalgia empaquetada en las páginas de un diario. 

-Las cenizas de Troya, de Alejandro Paredero. El descubrimiento del año. Magnífico. 

-El infinito en un junco (cómic), de Irene Vallejo y Tyto Alba. Excelente adaptación del libro homónimo.

-Dos amores perdidos, de Juan Villoro. Muy bueno.

-Vinagre, de Jorge Matías. Duro, como la vida misma.

-Nietos de Caín, de Emilio Tomás. Buen inicio para una saga que seguiré.

-Rubber flesh, de Miguel Ángel Martín. Acojonante.

-Literatura barata, de Alejandro Cuevas. Maravilloso.

-Nosotras, de Rosa Montero. Espectacular. 

-Historia absurda del mundo, de Ad Absurdum. Imprescindible.

-Cómo ser culto, de Susan Wise. Interesante.

-Una historia particular, de Manuel Vicent. Sublime.

-Almenara, de Miguel Ángel Ruiz. Emocionante.

-Son de mar, de Manuel Vicent. Embriagador.

-Mortalidad, de Christopher Hitchens. Gancho de derecha vital.

-En las playas de Sedna, de Xavier Bros. Muy bueno.

-Estación de tránsito, de Clifford D. Simark. Clasicazo de la CF.

-Consuelo de la filosofía, de Boecio. Me encantó.

-I'm Ozzy (Confieso que he bebido). Delirante.

-La versión de Judas, de Manuel Moyano. Brillante.

-Berserk, de Kentaro Miura (Del #1 al #8). Nadie me dijo que el manga era esto... Brutal.

-Los señores del humo, de Claudio Cerdán. Buenísimo.

-Réquiem por un guerrillero olvidado, de José Fernández Belmonte. Muy bueno.

-Bébetela, de Luis Alberto de Cuenca. Apasionante.

-Los mitos en el Museo del Prado, de Miguel Ángel Elvira y Marta Carrasco. Una preciosidad.

-Extremoduro. De Profundis, de Javier Menéndez. Subidón.

-Sapienciología, de Sergio Parra. Sabiduría condensada y envasada en tapa dura. Absolutamente recomendable.

-Bestiario murciano, de Antonio Luis Martínez. Original, divertido y chulísimo.

-Ágatha, de Jesús Boluda del Toro. Un relato corto pero muy bueno.


Y hasta aquí algunas de mis lecturas de este año. Un año en el que el blog ha cumplido catorce años y se publicó El olor de las almedras amargas

¡Viva la lectura y feliz 2025!


PS.- Permanezcan atentos a sus pantallas porque en este nuevo año habrá novedades... Sí, otro libro... :))

sábado, 6 de julio de 2024

'Historia de los metales que cambiaron el mundo', de Álvaro Martínez Camarena [Reseña]

 

Ficha del libro

Hay un lugar entre las esferas del Paraíso de Dante reservado para los divulgadores de la ciencia como Álvaro Martínez Camarena. Y el ejemplo más notorio es este, su último libro, donde nos propone un fascinante viaje por los siete metales de la Antigüedad. 

En Historia de los metales que cambiaron el mundo he encontrado todo lo que le pido a un libro de divulgación: rigor, amenidad, historia y la ciencia bien contada. Bueno, y humor, que también lo hay. Desde el oro de los dioses que viaja en la Voyager 1 hasta el peligroso mercurio, pasando cobre, plata, plomo, estaño y hierro, cada capítulo dedicado a uno de los siete metales es, en sí mismo, una novela de aventuras. Álvaro enlaza pasado, presente e incluso futuro con una maestría narrativa digna de elogio. Y con mucha elegancia, diría yo, acostumbrado a encontrarme cada vez menos este tipo de estilo en las novedades de las estanterías del género. 

Termina el libro con un epílogo y conclusiones que he leído y releído varias veces, con el fin de aprender a bordar finales redondos. Brillante. No os lo perdáis. 

 


domingo, 30 de junio de 2024

Hans Bethe

 


Hans Albrecht Bethe (1906-2005) fue un físico teórico alemán-estadounidense cuyas contribuciones a la física y la astrofísica fueron fundamentales en el siglo XX. Bethe nació en Estrasburgo, que en ese momento formaba parte del imperio alemán. Su padre era un anatomista judío y su madre provenía de una familia cristiana alemana.

Bethe estudió física en la Universidad de Frankfurt y la Universidad de Múnich, donde obtuvo su doctorado en 1928 bajo la supervisión de Arnold Sommerfeld. Tras obtener su doctorado, Bethe trabajó en diversas instituciones académicas en Europa, incluyendo el Instituto de Tecnología de Karlsruhe y la Universidad de Tubinga.

En 1933, con el ascenso del nazismo en Alemania, Bethe, siendo de ascendencia judía, se vio obligado a abandonar su país. Emigró primero al Reino Unido, donde trabajó en la Universidad de Manchester, y luego a Estados Unidos en 1935, donde se unió a la Universidad de Cornell, en Ithaca, Nueva York. En Cornell, Bethe se convirtió en una figura destacada en la física teórica.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Bethe fue un miembro clave del Proyecto Manhattan, trabajando en el Laboratorio Nacional de Los Álamos. Fue jefe de la División Teórica y jugó un papel crucial en el desarrollo de la bomba atómica. Su trabajo incluyó la teoría de la difusión y la fusión nuclear, que fueron vitales para el éxito del proyecto. Aparece brevemente en la película Oppenheimer (2023).

Después de la guerra, Bethe volvió a Cornell y continuó haciendo importantes contribuciones a la física. En 1967, recibió el Premio Nobel de Física por su trabajo sobre la producción de energía en las estrellas. Bethe desarrolló la teoría del ciclo de Bethe-Weizsäcker, que explica cómo las estrellas convierten hidrógeno en helio y generan energía a través de la fusión nuclear.

Bethe también tuvo un papel activo en la política científica y el desarme nuclear, abogando por el control de armas y el uso pacífico de la energía nuclear. Fue asesor científico de varios gobiernos y un firme defensor de la responsabilidad ética de los científicos.

A lo largo de su carrera, Bethe recibió numerosos honores y premios, incluyendo la Medalla Nacional de Ciencia de Estados Unidos y la Medalla Enrico Fermi. Continuó activo en la investigación y la enseñanza hasta su muerte, siendo una fuente de inspiración para generaciones de físicos.

Hans Bethe falleció el 6 de marzo de 2005 en Ithaca, Nueva York, a la edad de 98 años. Su legado perdura a través de sus contribuciones fundamentales a la física y su compromiso con la ética científica. Un grande. Y como muestra de ello, no os perdáis esta lista de reproducción de vídeos de Youtube. 


sábado, 29 de junio de 2024

'No todas las drogas son iguales', de David Nutt [Reseña]

 

Ficha del libro


Por fin llega traducido al español, de la mano de Pinolia, este interesante libro del psiquiatra y farmacólogo David Nutt cuyo título original es Drugs Without the Hot Air: Minimizing the Harms of Legal and Illegal Drugs

La portada es de lo más contundente, ¿verdad? Y todo un reflejo de lo que encontraremos en las páginas de este interesante ensayo.

Nutt nos aporta un examen convincente y riguroso del complejo mundo de las drogas, tanto las legales como las ilegales. Desde su perspectiva como expresidente del Consejo Asesor sobre el uso indebido de drogas del Reino Unido, el autor utiliza su amplio conocimiento y experiencia para presentar una perspectiva basada en evidencia sobre el uso de drogas y la política relacionada con ellas.

Una de las principales fortalezas del libro es su enfoque objetivo al discutir las drogas. Nutt compara sistemáticamente los daños de varias sustancias, incluidas las ampliamente aceptadas como legales, como el alcohol y el tabaco, contra las drogas ilegales como el cannabis, el MDMA y la heroína. Desafía al lector a repensar creencias convencionales presentando datos que a menudo muestran que las sustancias legales son más dañinas que sus contrapartes ilegales​​.

Nutt también se adentra en las dimensiones sociales de la política de drogas, criticando la postura moralista y a menudo hipócrita que adoptan muchos gobiernos. Aboga por políticas que se centren en la reducción de daños en lugar de la criminalización, destacando cómo las medidas punitivas a menudo exacerban los problemas que pretenden resolver. Por ejemplo, discute las consecuencias no deseadas de la «guerra contra las drogas», como el aumento de las tasas de encarcelamiento y la marginación de poblaciones vulnerables​​.

El libro está estructurado para ser accesible a un público amplio, incluidos los responsables políticos (que ojalá lo lean), los profesionales de la salud y el público en general. El personal estilo de Nutt hace que los temas científicos y relacionados con políticas complejas sean amenos y utiliza numerosos ejemplos del mundo real para ilustrar sus razonamientos. Me ha gustado ver las comparaciones entre los daños de las drogas, ya que utiliza un modelo de evaluación de daños multidimensional para clasificar las sustancias según su impacto general en los usuarios y la sociedad​. Algo alejado de la simplificación que nos rodea en este y otros ámbitos.

Además, Nutt aborda conceptos erróneos comunes sobre la adicción y los posibles beneficios de ciertas sustancias controladas. Proporciona información sobre cómo algunas drogas, a menudo estigmatizadas, podrían tener usos terapéuticos si se regularan e investigaran adecuadamente. Por ejemplo, señala el potencial terapéutico de los psicodélicos y el MDMA en el tratamiento de trastornos de salud mental, un campo obstaculizado por las políticas de drogas actuales​.

Muy interesante todo, la verdad. Y personalmente, me deja claro que lo mejor es no acercarse ni con un palo, ni a las drogas legales ni a las ilegales. Es así, nos guste más o menos. Por poner un ejemplo, hay un capítulo titulado Si hoy se descubriera el alcohol, ¿sería legal?

Ahí lo dejo. 

sábado, 18 de mayo de 2024

'Hard-luck' Scheele



Carl Wilhelm Scheele nació el 9 de diciembre de 1742 en Stralsund, Suecia (actual Alemania) y se le considera como uno de los químicos más influyentes del siglo XVIII. A pesar de que su nombre no es tan conocido como otros gigantes de la química, sus descubrimientos tuvieron un impacto significativo en la ciencia y la industria. Su vida y obra ofrecen una fascinante visión de la química en su estado naciente, y sus logros fueron cruciales para el desarrollo de la química moderna.

Primeros años y formación

Scheele nació en el seno de una familia de comerciantes. Desde joven mostró un interés notable por la química, influenciado en gran parte por su hermano, quien también se dedicaba a esta disciplina. A los 14 años, Karl Wilhelm fue enviado a Gotemburgo como aprendiz del farmacéutico Martin Anders Bauch. Durante este periodo, Scheele aprovechó cada oportunidad para aprender y experimentar con sustancias químicas.

La formación que recibió de Bauch fue fundamental, proporcionándole acceso a un laboratorio y la libertad para realizar sus propios experimentos. Scheele se convirtió en un autodidacta excepcional, estudiando obras de renombrados químicos como Johann Rudolf Glauber y Andreas Marggraf. La curiosidad insaciable y la dedicación de Scheele lo llevaron a realizar experimentos con sustancias que otros químicos de la época apenas se atrevían a tocar.

Descubrimientos notables

Oxígeno

Uno de los logros más importantes de Scheele fue el descubrimiento del oxígeno. Aunque comúnmente se acredita a Joseph Priestley y Antoine Lavoisier con este descubrimiento, Scheele lo aisló de manera independiente alrededor de 1772, antes que Priestley y Lavoisier. Scheele denominó al oxígeno «aire de fuego» debido a su capacidad para sostener la combustión. Sin embargo, debido a retrasos en la publicación de sus hallazgos, no obtuvo el reconocimiento inmediato por este descubrimiento.

Cloro

Scheele también fue el primero en identificar y describir el cloro en 1774. Lo descubrió a través de la reacción del ácido clorhídrico con el mineral pirolusita (dióxido de manganeso). Llamó al gas resultante "aire de ácido marino desflogisticado". Más tarde, Sir Humphry Davy confirmaría que se trataba de un elemento nuevo, dándole el nombre de cloro.

Ácido Cítrico

En 1784, Scheele aisló el ácido cítrico de los limones (no sabemos si los de Murcia), lo que tuvo importantes implicaciones para la química y la industria alimentaria. Este descubrimiento permitió una mejor comprensión de los ácidos orgánicos y sus propiedades, y facilitó su uso en diversas aplicaciones industriales.

Glicerina

Scheele descubrió la glicerina en 1779 al calentar una mezcla de aceite de oliva y óxido de plomo. Este compuesto, que él llamó "aceite dulce de Scheele", se convirtió en un componente vital en la industria farmacéutica y cosmética.

Otros descubrimientos

Scheele tuvo una carrera prolífica con numerosos otros descubrimientos, incluyendo el ácido láctico, el ácido tartárico, el ácido oxálico y el ácido arsénico. Además, fue el primero en identificar varios compuestos de mercurio y bario. Su habilidad para aislar y caracterizar nuevas sustancias fue incomparable en su época, y su trabajo sentó las bases para la química analítica moderna.

Contribuciones a la química moderna

Los métodos experimentales de Scheele y su enfoque sistemático para la investigación química influyeron profundamente en la química moderna. Fue uno de los primeros en adoptar y perfeccionar técnicas como la destilación y la cristalización para purificar compuestos. Su trabajo ayudó a establecer la importancia de la experimentación precisa y repetible en la investigación científica.

Oliver Sacks y Scheele

El gran neurólogo y escritor Oliver Sacks escribió sobre Scheele en su libro El tío Tungsteno: Recuerdos de un niño químico. Sacks admiraba profundamente a Scheele, considerándolo uno de los grandes héroes de la química. Destacaba la increíble capacidad de Scheele para realizar descubrimientos significativos con recursos limitados y en un ambiente relativamente aislado.

Sacks mencionó cómo Scheele, trabajando en su modesto laboratorio de farmacia, realizó experimentos que desentrañaron los misterios de la química. Admiraba la creatividad y la intuición de Scheele, así como su incansable dedicación a la ciencia. Para Sacks, Scheele representaba la esencia misma de la curiosidad científica y el deseo de entender el mundo natural.

Desafíos y peligros de su trabajo

La vida de Scheele no estuvo exenta de desafíos. A lo largo de su carrera, enfrentó numerosos peligros debido a la toxicidad de los materiales con los que trabajaba. Sin las precauciones de seguridad modernas, Scheele manipulaba compuestos peligrosos como el mercurio y el cianuro, lo que eventualmente afectó su salud.

En 1786, Scheele falleció a los 43 años, probablemente debido a su constante exposición a sustancias tóxicas. A pesar de su temprana muerte, su legado perdura en la vasta cantidad de descubrimientos que realizó y en la inspiración que brindó a futuras generaciones de químicos.
El Legado de Carl Wilhelm Scheele

El impacto de Scheele en la química es incuestionable. Sus descubrimientos de elementos y compuestos químicos fundamentales proporcionaron la base para numerosos avances científicos y tecnológicos. Su enfoque meticuloso y su habilidad para identificar nuevas sustancias cambiaron la manera en que se entendía y practicaba la química.

Scheele fue un pionero cuya obra influyó en figuras clave de la química como Antoine Lavoisier, quien revolucionó la química con la teoría del oxígeno y la combustión. Aunque Scheele no recibió el mismo nivel de reconocimiento que Lavoisier durante su vida, sus contribuciones fueron cruciales para el desarrollo de la química como ciencia moderna.

Podéis verme hablando del bueno de Hard-luck Scheele, como lo llamaba Asimov, en esta charla de 2015: https://www.eitb.eus/es/divulgacion/naukas-bilbao/videos/detalle/3467928/video-naukas-bilbao-2015--daniel-torregrosa/

viernes, 5 de abril de 2024

'Ese punto azul pálido' cumple catorce años

Catorce años que han pasado volando. Y la sensación de que aunque el blog no se actualice con la frecuencia que os merecéis, seguís ahí. ;)

Si el año pasado os contaba una novedad en el post de aniversario, este año no va a ser menos... Y pensaréis: ¿Otro libro? Pues va a ser que sí. 

En apenas dos semanas estará en vuestra librería de barrio favorita El olor de las almendras amargas. Un paseo por la ciencia de los venenos y su presencia en el arte y la ficción, publicado por Menoscuarto. Os dejo la cubierta en primicia. :)



Y poco más que decir, que espero os guste. Iré informando sobre el lanzamiento por aquí y por las redes sociales. 

Mil gracias por todo, queridos supervivientes de la blogosfera. 

Besos y abrazos