Ya puedo retirarme, colgar las botas, soltar el bolígrafo y el teclado y no escribir más. ¿El motivo? Pues es bien sencillo: Mi libro Del mito al laboratorio ha sido seleccionado por el gran Luis Alberto de Cuenca para formar parte de una antología de reseñas con las obras que le han hecho disfrutar estos últimos años.
Y para devolver la jugada, a modo de metareseña borgiana, pues os dejo unas palabras que he escrito sobre este libro recopilatorio:
«Decía Borges que los espejos y la cópula son abominables porque multiplican el número de los hombres. Y añado yo otra ‘abominación', parafraseando al maestro argentino, la de este libro de reseñas de Luis Alberto de Cuenca, que multiplican la lista de lecturas pendientes para cualquiera que se atreve a asomarse a este precipicio, que es más que una muestra contundente de su frenesí devorador de libros.En 200 libros para disfrutar, el recorrido por sus más de 500 páginas puede hacerse de forma ordenada, o bien, encomendándose a la diosa Tique/Fortuna y abriendo cualquier página al azar. El resultado siempre será el mismo, el de ir encontrando una necesidad lectora tras cada reseña, comentario sobre un autor/a o prólogo de un libro.En un universo utópico, lo ideal sería acudir a cada obra que nos atraiga o nos despierte especial interés, pero eso es un imposible reservado para algún dios inmortal que disponga del tiempo suficiente para abarcar tal proeza. Todas las propuestas tienen su interés.Más realista sería el planteamiento de abordar este ensayo con el fin de para pasar un rato de lo más agradable con el estilo de Luis Alberto, con su prosa poética, que convierte las palabras en música. Además, y es algo que nos pasa a todos los lectores compulsivos, esta obra se convierte en una bitácora personal que nos puede servir para acercarnos a la vida y obra de un genio de las letras como lo es este poeta y humanista.Al fin y al cabo, ¿qué mejor diario existe que recoger y ordenar el placer de la lectura cotidiana? y ¿qué mejor manera hay para conocer a una persona que pasear por su biblioteca?...Estáis avisados por si os metéis en este jardín, un jardín donde los senderos se bifurcan y se convierten en un laberinto de libros que llevan a otros libros. Yo ya estoy perdido. No me busquéis».