Psique en el inframundo (1865), de Eugène Ernest Hillemacher |
El mito de la bellísima y valiente Psique es una de las historias de la mitología clásica más conocidas y representadas en el mundo del arte (poesía, ópera, drama, pintura, escultura y tapices), especialmente tras el redescubrimiento en el Renacimiento de la obra El asno de oro, escrita por Lucio Apuleyo en el siglo II d.C.
En la mitología grecorromana, Psique era la hija menor de unos monarcas sin nombre que gobernaban un reino sin nombre en la península de Anatolia. Tan bella era Psique que los súbditos de aquella región descuidaban el culto a Venus (Afrodita), la diosa del amor, la belleza y la fertilidad. Que la adoración fuera a una mortal y no a la diosa que le correspondía por imperativo fue algo que irritaba mucho a Venus que le encargó a su hijo Cupido (Eros) que castigase tal afrenta. La idea era que el poderoso Cupido, con sus flechas capaces de provocar el amor apasionado e irracional a quién las recibiera, buscara al hombre más horrible y vil del mundo para ponerlo delante de Psique y lanzarle el dardo que provocara que lo amara incondicionalmente. Pero el plan falló. Cupido, en un descuido, utilizó una de sus flechas para rascarse en el momento justo cuando estaba frente a la bella Psique y se enamoró perdidamente de ella.
Cupido se llevó a Psique a su colosal palacio, repleto de tantas joyas, tesoros y manjares que harían feliz a cualquier mortal, pero solo la acompañaba en la oscuridad de la noche para que ella no descubriera su identidad divina. Las hermanas de Psique la visitaban con frecuencia y, envidiaban de tal manera su vida de lujo y abundancia, que comenzaron a advertirla de que quizá pasara las noches con un monstruo abominable. Convencieron a su hermana menor de que debería encender una lámpara para ver el rostro de su misterioso amante y salir de dudas. Y de paso, para llevar un puñal con el que asesinarlo si así fuera necesario. Cuando Psique encendió la lámpara se encontró con la divina belleza de Cupido, quizá el dios más bello del Olimpo. Pero todo salió mal, porque Cupido se despertó y huyó volando, al sentirse traicionado por que su amada no respetara sus deseos de anonimato, y al verla empuñando un afilado cuchillo.
Psique, desesperada, intentó pedir perdón a Cupido pero no obtuvo respuesta. Acudió a Venus para que intercediera, pero la diosa del amor seguía ofendida y no olvidaba que la belleza de esta mortal la había eclipsado durante años. Con el fin de eliminarla, le impuso cuatro pruebas que serían difíciles para un dios, pero con certeza imposibles para una débil mortal como nuestra protagonista.
La primera de las pruebas consistía en clasificar una tonelada de trigo mezclada con semillas, garbanzos, lentejas y maíz, para que lo separara todo en menos de un día. Las lágrimas de Psique ante tal exigencia hicieron que una hormiga se apiadara de ella y reclutara un ejército de insectos que le resolvieron la tarea. La segunda prueba fue la de coger la lana de oro de unas terribles ovejas asesinas que vivían tras un río. Psique lo consiguió recogiéndola de las zarzas de la orilla. En tercer lugar, Venus le pidió que le trajera el agua negra de una fuente de los ríos Estigia y Cocito, una fuente que protegían unas monstruosas criaturas implacables. Psique lo consiguió con la ayuda de Júpiter, al que convenció para que le enviara su poderosa águila para ayudarla. Y quedaba para el final la más difícil de las pruebas.
Como última tarea, Psique debería de adentrarse en el inframundo de Plutón (Hades) para conseguir una parte de la belleza de la diosa Proserpina (Perséfone) y guardarla en una caja que Venus le había proporcionado. Para acceder al mundo de los muertos la mortal Psique, en su inocencia, pensó que lo mejor que podía hacer era arrojarse desde lo alto de una torre, pero una voz misteriosa le indicó en el último momento que había una alternativa para acceder al inframundo. La misma voz le dijo cómo engañar al perro guardián Cerbero con unos pasteles y cómo conseguir que la llevara el barquero Caronte mediante el pago de un óbolo de plata.
Proserpina accedió a entregar parte de su belleza a Psique, falsamente conmovida con sus aventuras en busca del perdón y el amor, y le entregó la caja que contenía el misterio de su belleza divina. La curiosidad pudo con Psique y decidió abrir la caja con la sorpresa de que estaba vacía en su interior. Pero aunque no se veía contenido alguno dentro de ella, se desprendieron al abrirla los vapores invisibles del «sueño estigio», el narcótico que provoca el olvido a los muertos cuando llegan al Hades.
Cupido, que continuaba enamorado de la bella mortal y había seguido todo su viaje heróico (era la voz que escuchaba Psique), bajó en picado desde los cielos para limpiarle la cara y retirarle el vapor del sueño estigio con un beso. Con la intervención de Júpiter, a cambio de que Cupido le ayudara con sus conquistas, el dios de los dioses dio su autorización y bendición para que Psique bebiera la ambrosía, y así convertirse en una diosa y que pudiera casarse con Cupido y vivir su amor mutuo eternamente felices. Si comieron perdices es algo que no reflejan los textos clásicos.
Una raíz griega y un curioso asteroide
El verbo griego psycho significa «soplar» y la voz psico (phykhe) significa «alma». Esta raíz se usa en palabras compuestas como psicología, psicosomático, psicosis, psiquiatría y otras muchas, para referirse a la mente humana.
(16) Psique es un interesante y extraño asteroide, descubierto por el astrónomo italiano Annibale de Gasparis (1819-1892) desde el observatorio napolitano de Capodimonte en 1852. Y digo interesante porque es una rareza de nuestro Sistema Solar porque está compuesto mayoritariamente de los metales níquel y hierro, lo que lo hace especialmente «goloso» para la futurible minería espacial. Pero sin ir tan lejos, en Psique podríamos encontrar algunas respuestas para la ciencia en relación a nuestro propio núcleo terrestre debido a su composición similar. De hecho, se cree que Psique, con sus 210 kilómetros de diámetro, es el núcleo de los restos de un planeta del tamaño de Marte, que perdió sus capas rocosas debido a las colisiones con otros objetos hace miles de millones de años.
Modelo 3D de Psique | Fuente |
La NASA acaba de aprobar apenas hace un mes una misión espacial para lanzar una sonda espacial hacia Psique. Habrá que esperar hasta 2023 para el lanzamiento y a 2030 para la llegada a su superficie. Pero quién sabe, quizá lo que nos encontremos sea un viaje inesperado al centro de la Tierra. Julio Verne estaría muy contento. ;-)
Representación artística de la nave espacial Psique llegando a su asteroide homónimo | Fuente: NASA |
¡Qué delicia Daniel!
ResponderEliminarMe encanta la mitología y la forma en la que la relacionas con la ciencia es maravillosa.
Ojalá esta serie no acabe nunca...
Un besazo