Carl Sagan creía firmemente en los ovnis.
Así lo cuenta William Poundstone en su libro de 1999 Carl Sagan. Una vida en el cosmos que acaba de publicarse traducido al español hace unas semanas.
Para matizar un poco la demoledora afirmación con la que he empezado hay que remontarse en el tiempo. Como conté hace unos meses en Carl Sagan y Hermann Muller, durante el verano de 1952 el joven Sagan, que contaba entonces con 17 años de edad, pasó un verano entero trabajando como asistente del premio Nobel en sus laboratorios de Bloomington.
Muller y Sagan mantenían largas charlas sobre el origen de la vida en la Tierra y la posibilidad de vida extraterrestre en otros planetas. El boom de los ovnis vivía su apogeo en la sociedad de los años cincuenta del siglo pasado. Desde que en 1947 el piloto civil estadounidense Kenneth Arnold narrara el avistamiento de una formación de nueve objetos con forma de bumerán que volaban a una velocidad descomunal, la moda en la ficción literaria y cinematográfica eran los platillos volantes. Y los extraterrestres.
Para Sagan, firme defensor de la existencia de vida en otros mundos, la existencia de ovnis era la confirmación de que realmente no estábamos solos en el universo. Incluso, como cuenta Poundstone en su libro, Sagan escribió ese verano una carta al secretario de Estado, que en aquel entonces era Dan Acheson, preguntándole seriamente qué pensaba hacer el gobierno si se demostraba que estos vehículos extraterrestres suponían una amenaza para su país. La respuesta llegó a través de un subalterno del Departamento de Estado de forma breve y contundente: «Bajo las circunstancias de una situación puramente hipotética, el Departamento no tiene ningún comentario que hacer sobre los temas de su consulta».
Carl Sagan tardó poco tiempo en percatarse de su equivocación y descartar la posibilidad de que los ovnis sean naves tripuladas por extraterrestres, pero nunca se avergonzó de su pasado. Es algo que nos ha ocurrido a muchos durante una etapa de nuestra vida, un etapa donde lo verdaderamente interesante estaba en el misterio. Supongo que todo forma parte de un proceso personal. Sagan fue muy combativo con el fenómeno ovni durante toda su vida y hay anécdotas de todo tipo.
Hay una poco conocida donde el propio Sagan tuvo que escribir una carta contestando al millonario Laurance Rockefeller, hermano de Nelson, que insistía en que el gobierno ocultaba datos del fenómeno ovni y que tantos testimonios escondían algo... La respuesta del genial Carl la podéis leer a continuación:
Fuente |
«Un millón de informes que digan que la Tierra es plana no aporta ninguna prueba sobre la forma de la Tierra».
Para terminar, qué mejor forma que con este vídeo extraído de la serie Cosmos donde Sagan expresa su mítica frase «Afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias». Una frase, por otro lado, que ya pronunció antes de forma parecida Marcello Truzzi.
[Quién lo necesite puede activar los subtítulos]
Una entrada magnífica Dani. Estoy aprendiendo muchísimo. Gracias
ResponderEliminarGracias, Melli. No veas lo que aprendo yo escribiendo.
EliminarBesos
«Afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias»
ResponderEliminarSeria mas fértil como : "Posibilidades extraordinarias requieren mentes extraordinarias"