miércoles, 31 de diciembre de 2014

Algunos libros de divulgación que he leído en 2014

Cómo pasa el tiempo, quién lo diría... Finaliza otro año y toca la tradicional foto de la pila de libros que he leído durante estos doce meses acompañada de un pequeño comentario con mi opinión. Sin más pretensiones. Este año han caído 8 libros en formato electrónico y 28 en papel. 36 en total. No está mal.





Circunstancias encadenadas (Jorge Laborda)
Interesante libro. En realidad es una novela y no un clásico libro de divulgación, pero lo incluyo en esta selección por el contenido científico que empapa toda la novela y que está tratado con mucho rigor por su autor (@jorlab). No es un libro apto para todos los públicos por la dureza de la historia. Y no te deja indiferente. Advertidos quedáis.

Comer sin miedo (JM Mulet)
A @jmmulet hay que leerlo sí o sí. Nunca defrauda. Y en este libro tiene tiempo para profundizar en un tema que domina a la perfección: la alimentación y sus mitos. Además te lo pasas genial con su sentido del humor. Imprescindible para neófitos y lectores iniciados en la temática.

El escritor que no sabía leer y otras historias de la neurociencia (José Ramón Alonso)
Otra delicia para el intelecto de este genio de la divulgación científica que es @jralonso3. En la recopilación de 2012 dije que la anterior obra de Alonso, La nariz de Charles Darwin y otras historias de la neurociencia, era el mejor libro que había leído ese año. Y sin duda esta nueva obra está entre las tres mejores que leído recientemente. Uno de esos libros que se saborea leyéndolo y semanas después aún perdura su aroma. Fabuloso. Leedlo.


A Tale of Seven Elements (Eric Scerri)
Nadie como Eric Scerri para pr
ofundizar en la historia de los elementos de la tabla periódica. Más allá de descripciones de propiedades, usos, importancia, o de la historia de un descubrimiento @ericscerri nos amplía el marco de visión y nos proporciona las herramientas para comprender mejor la apasionante historia de la química, que en definitiva es nuestra historia. El libro aún no está traducido al español, pero se entiende bastante bien si tienes un nivel normalito de inglés (como es mi caso).

Los libros de autoayuda ¡Vaya timo! (Eparquio Delgado)
Uno de los ¡Vaya timo! más esperados por mí, por la temática y por el autor. Respecto a la temática siempre me ha intrigado el éxito de este tipo de libros y nunca he ocultado mi interés por la psicología positiva y los estudios sobre el optimismo y la felicidad. Este libro me ha servido para replantearme algunas cuestiones que creía que estaban mejor estudiadas y documentadas. Y respecto a @eparquiodelgado, pues he decir que ha sido todo un soplo de aire fresco en el mundo del escepticismo. Un libro necesario e imprescindible.

El futuro de nuestra mente (Michio Kaku)
Tengo debilidad por @michiokaku. Lo reconozco. Y a este libro le hice una completa reseña que se publicó en el número 15 de la revista Journal of Feelsynapsis (ahora www.principia.io). Muy recomendable y muy "Kaku", con lo que ello implica.

Lo que Einstein le contó a su cocinero (Robert L. Wolke)
Primera parte de una serie que pretende unir ciencia y cocina. Lo hace a ratos, pero deja una sensación de que se podría hacer más. Buenos momentos, pero aburrido a veces. 

Fraudes paranormales (James Randi)
The amazing Randi en plena acción listo para desenmascarar charlatanerías y chorradas varias. Toda una serie de lecciones de pensamiento crítico de la mano de uno de los mejores. El único problema de este libro, por buscarle alguno, es que los temas que trata como por ejemplo Uri Geller o el triángulo de las Bermudas tan de moda en el año que se escribió (1984) envejecen muy mal. Esto no es que sea malo sino todo lo contrario. Y buena parte del mérito es de educadores escépticos como Randi. Por cierto, el libro está prologado ni más ni menos que por Isaac Asimov.

La ciencia de Sherlock Holmes (James O'Brien)
Existe más de un libro con el mismo nombre. No me extraña. La serie de libros de Sherlock Holmes da para sacar un año académico de lecciones de ciencia. La novedad de este libro, aparte de que el estilo es impecable, es que incluye referencias a casos reales. Una delicia muy especial para los que hemos sido fans de la obra de Arthur Conan Doyle.

Filosofía de la química (Baird, Scerri y McIntyre)
En palabras de los autores, uno de los objetivos de este libro es el de aumentar la presencia de la química desde la perspectiva de la filosofía. No sé si se ha conseguido o no, pero no me cabe duda del esfuerzo y del interés de esta recién llegada área de conocimiento y pensamiento. Esta obra es una referencia indiscutible, dicen los que saben, pero para mí ha sido uno de los libros más áridos que he leído este año. Solo lo recomendaría a los muy iniciados.

Faraday. Ciencia de alta tensión (Sergio Parra)
Este año he adquirido la colección completa "Grandes ideas de la ciencia" de RBA pero tan solo he leído cuatro de los treinta y cinco títulos que la componen. Y este ha sido uno de ellos. Una excelente biografía de Michael Faraday y su obra. Sin duda, la mejor que puede encontrarse en español. Gracias, @SergioParra_, los admiradores del genio británico estábamos esperando algo así desde hace tiempo.

Qué es el cáncer y por qué no hay que tenerle miedo (Salvador Macip)
Una obra que explica de forma clara, rigurosa y amena todo lo relacionado con el conjunto de enfermedades al que agrupamos con el nombre de cáncer. Bueno, todo todo no, porque sería imposible, pero sí bastantes aspectos muy interesantes y de actualidad. Me ha gustado especialmente la contundencia de @macips01 desmitificando las falsas creencias sobre esta enfermedad y los fraudes que se mueven en torno a ella. 

Cuestiones curiosas de astronomía resueltas por el Perito en Lunas (David Galadí)
Recopilación de preguntas realizadas por los lectores de la revista AstronomíA a las que David contestaba con una ejecución pedagógica envidiable. La ordenación es temática en vez de cronológica, lo cual es un todo acierto en mi opinión. Un libro muy sencillo de leer por su formato y que ofrece cuestiones más que curiosas sobre el apasionante mundo de la astronomía. Must read.

¿Qué ven los astronautas cuando cierran los ojos? (Antonio Martínez Ron)
La respuesta a esta pregunta es el nombre de uno de los mejores blogs de divulgación científica que existen en español. Clásico y mítico. En este libro @aberron recopila y actualiza algunas de las historias del blog, la mayoría relacionadas con la exploración espacial y la neurociencia, y las hilvana en una línea tan atractiva que no te permite abandonar su lectura. Se disfruta de principio a fin. Muy bueno.

En busca de Spinoza (Antonio Damasio)
Con el subtítulo Neurobiología de la emoción y el sentimiento, Damasio nos deleita con un viaje íntimo que comienza con la vida y filosofía de Bento y nos adentra en las explicaciones e hipótesis, desde el punto de vista de la neurociencia, que existen para explicar nuestras emociones y la conducta humana. 

Hackers del espacio (Arturo Quirantes)
Un excelente libro de @elprofedefisica. Se lee de un tirón y la historia que cuenta es, es..., para leerla. Epic!

El nanomundo en tus manos (Carlos Briones, Elena Casero, Pedro A. Serena y José Ángel Martín-Gago)
Uno de los mejores libros que he leído este año. Toda una sorpresa por su calidad, estilo, contenido y rigor en un tema que podría ser un tanto difícil. Imprescindible para iniciarse y profundizar en un área del conocimiento tan de actualidad como es la de la nanociencia y la nanotecnología asociada a la misma. Gracias @brionesci

Se me hace bola (Julio Basulto)
Con un riguroso sentido común, y también sentido del humor, @JulioBasulto_DN nos regala una mini-guía para padres preocupados por la alimentación de sus hijos. Tuve la suerte de leer hace años a Carlos González y su Mi niño no me come cuando era un padre preocupado, pero ojalá hubiera estado a mi alcance este libro porque profundiza más y es más divertido de leer.

Neurozapping (José Ramón Alonso)
¿Se puede aprender sobre neurociencia viendo series de televisión? Tendrás que leer este libro para saberlo. No solo lo recomiendo sino que lo he regalado cada vez que he tenido oportunidad. Tuvo reseña propia

Lo que vio el perro: y otras aventuras (Malcolm Gladwell)
He dudado mucho si incluía este libro en la recopilación anual porque divulgación, lo que se dice divulgación, hay poca. Este libro recoge las observaciones y reflexiones del autor sobre una variada multitud de temas que van desde la percepción del riesgo al escándalo Enron, pasando por los anticonceptivos. Un tanto especulativo y en ocasiones toca temas intrascendentes y aburridos pero tiene momentos que hacen que merezca la pena. Me lo recomendó @omalaled.

Glup. Aventuras en el canal alimentario (Mary Roach)
Este libro nos propone un viaje repleto de datos y curiosidades por el canal digestivo desde la boca hasta..., pues eso, hasta el final. Original en el planteamiento y divertido en su desarrollo. Se queda escaso en ciertos temas pero se lee muy bien. Entretenido.

Paladear con el cerebro (Francisco J. Cudeiro)
Muy corto pero cargado de contenido y exquisitas referencias literarias al inicio de cada capítulo. Puede servir de introducción a la unión entre gastronomía y neurociencia. Personalmente me gusta más JR Alonso cuando trata estos temas, pero como curiosidad es un buen libro y merece una oportunidad.

Tóxicos (Raimon Guitart)
Una amena obra divulgativa sobre los tóxicos que nos rodean, muy centrada en el medio ambiente, pero toca casi todos los palos de la toxicología. Sin alarmismos, con rigor y repleto de anécdotas. 

Historia de la ciencia (Carlos Solís y Manuel Sellés)
Un tocho de libro que se devora con facilidad. Este libro trata de lo que el título sugiere. Literalmente. Y me ha gustado bastante el enfoque. Hay capítulos un tanto hard pero en conjunto se disfruta bien. También es perfecto como obra de consulta. Fue un regalo de mi maestro y amigo @QuimicaSociedad.

Niels Bohr. Pasaporte cuántico a otro estado (Jaume Navarro)
He leído bastante sobre Bohr, uno de mis iconos de la ciencia más queridos, y aunque conocía bastantes detalles de su vida y obra, este libro me ha sorprendido muy gratamente. Es muy completo y nos ayuda a profundizar en la figura de Niels y el tiempo que vivió. 

Guía de un astronauta para vivir en la Tierra (Chris Hadfield)
Divertido y muy curioso. Da gusto conocer de primera mano los entresijos de la preparación, entrenamiento y otras historias de los astronautas. Y Hadfield es la persona ideal para contarlo. Una idea con la que termina el libro a modo de resumen final, y que comparto plenamente, es cuando dice que una de las lecciones más importantes que ha aprendido como astronauta es a valorar la sabiduría de la humildad así como la perspectiva que esta te da. +1000 pero no como astronauta sino como lector y consumidor de ciencia en mi caso.


Meitner. Uranio partido por dos, igual a energía (Roger Corcho)
La vida de Lise Meitner daría para un guión de Hollywood, creédme. Este libro de la serie "Grandes ideas de la ciencia" podría servir hasta de guía. Muy bueno,

The Edge of Sky (Roberto Trotta)
Una delicia. Y hasta ahí puedo leer, porque este libro hay que disfrutarlo. Está solo en inglés pero es muy corto y asequible. Gracias @molinos1282 por la recomendación.

Los venenos en la literatura policíaca (Alfonso Velasco)
Mi buen y admirado amigo José Ramón Alonso me habló de este libro delante de una cerveza en Cuenca. Inmediatamente me lo compré con el móvil. Tal es mi grado de compulsión. Y no me ha defraudado. Está muy bien documentado y entretiene a cualquier tipo de público le gusten más o menos las novelas del género policíaco.

Carl Sagan. A biography (Ray Spangerburg y Kit Moser)
La mejor biografía de Carl Sagan que he leído. En realidad es la única que he leído, pero qué más da. Es una gozada. 

Biotecnología para principiantes (Reinhard Renneberg)
Un libro muy ameno para introducirse en la Biotecnología. Con el rigor de un libro de texto y el estilo de un buen libro de divulgación científica. 

Inventar en el desierto (Miguel A. Delgado)
Un libro muy recomendable. Hice una reseña más detallada para Principia.

Orígenes (Neil deGrasse Tyson y Donald Goldsmith)
2014 ha sido el año del regreso de Cosmos. Aprovechando el tirón mediático se ha publicado traducido este libro de Tyson y Goldsmith publicado originalmente en 2004 y basado en la miniserie de televisión homónima. El libro está muy bien, si te gusta el estilo Tyson, pero la pega que tiene es que no está actualizado. Diez años son muchos años para la física de partículas y la cosmología. Pero la lírica siempre sobrevive y merece la pena disfrutarlo. Hay una frase en el libro que me ha gustado especialmente y no me resisto a compartir «Las personas que creen que lo saben todo nunca han buscado ni se han encontrado con los lindes entre lo conocido y lo desconocido en el cosmos».

Arquímedes. ¡Eureka! El placer de la invención (Eugenio Manuel Fernández Aguilar)
@eugeniomanuel es uno de mis divulgadores de cabecera, tanto por su estilo literario al tratar temas de ciencia, muy cuidado y hasta poético, como por su faceta admirable de aquellos que divulgan en las trincheras hasta la extenuación. En este libro sobre Arquímedes se sale. Hay de todo, historia, anécdotas, filosofía, mucha ciencia, ingeniería... Ojo, hay bastantes fórmulas y un contenido de nivel, pero pocas veces me he sentido tan cómodo con explicaciones que no se suelen ver fuera de los libros de texto. La huida de las matemáticas en los clásicos libros de divulgación es una constante muy extendida. Una apuesta arriesgada que le ha salido perfecta a Eugenio. Bravo.


La teoría cuántica. Max Planck (Alberto T. Pérez Izquierdo)
Publicado por National Geographic en edición especial, es una aproximación a la figura de Max Planck y por tanto a una de las épocas más fascinantes de la historia de la ciencia. No os dejéis engañar por el formato revista, es un documento muy bien escrito y con rigor y un contenido que requiere cierto nivel de conocimiento. Lo he disfrutado.

El último alquimista en París (Lars Öhrström)
El título y autor suena a novela negra nórdica, pero nada más alejado de la realidad. Se trata de un libro sobre química y curiosidades de la química a través de anécdotas históricas. Una apuesta que siempre me atrae. Me ha recordado mucho a Napoleon's buttons y al estilo de John Emsley o Primo Levi. Bueno, Levi es bastante superior. Muy buen libro.


Y hasta aquí las lecturas de este año que acaba. He leído algún que otro ensayo histórico, como por ejemplo Colapso, de Jared Diamond, recomendado por @luis_quevedo y que me ha gustado mucho, o Fuego a discreción, una maravillosa colección de historias de la WWI y WWII escrita magistralmente por @jsanz y @gg_guillermo.
También algo de ciencia ficción e incluso un par de manuscritos inéditos de divulgación científica de excelentes escritores y amigos a los que no puedo traicionar desvelando la primicia y a los que agradezco humildemente que me pidieran su opinión. Espero y deseo que el próximo año den el bombazo y aparezcan en la siguiente recopilación. ;-)

Y eso es todo, amigos. Nos leemos en 2015. :-D

¡Salud!
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RESTO DE RECOPILACIONES: 2011 | 2012| 2013

sábado, 20 de diciembre de 2014

La línea entre lo que consideramos vivo y lo que no [Charla TED de Martin Hanczyc]

Está claro que si nos enseñan un cristal y un lindo gatito y nos preguntan cuál de los dos podemos considerarlo como un organismo vivo todos responderíamos que el gato. ¿Y los virus? Pues seguro que habría algún tipo de mini-polémica y no todo estaría tan claro. ¿Dónde ponemos el límite? Obviamente en la definición biológica de vida y en este caso los virus quedarían fuera. Y más si aceptamos la definición de la vida como un sistema con autopoiesis (capacidad de reproducirse y mantenerse) ya que los virus no cuentan con este recurso. Pero demos un paso especulativo ¿y si nos alejamos un poco más y rozamos la creación de moléculas con alguna de las características de la vida y luego las hacemos avanzar...?

Sí, me estoy refiriendo a la creación de vida artificial. 

No os perdáis esta charla del bioquímico de origen danés Martin Hanczync y disfrutadla. Creo que es bastante alucinante y lo que hace este hombre en su laboratorio es... es... Me callo y no adelanto spoilers. Ah, y atentos a la analogía de las reacciones de Maillard con el origen de la vida. Si es que la cocina...  ;-P

Buen finde :-)




NOTA: Esta entrada participa en el XLII, sí la 42, edición del Carnaval de Química, que se hospeda durante este mes en el recomendable blog del gran @EugenioManuel Ciencia en el XXI. Eugenio nos propuso que grabáramos lecciones de química en vídeo en plan videoblog, excelente idea, pero no me da tiempo. Lo siento, tío.

sábado, 6 de diciembre de 2014

Biotecnología al servicio del mal [Conferencia en el Museo de la Ciencia de Murcia]

El próximo jueves 11 de diciembre  daré una conferencia titulada "Biotecnología al servicio del mal" dentro del ciclo de conferencias sobre Biotecnología organizado por el museo y en colaboración con ADCM y Biotecmur. Será a las 19:00 horas en el Museo de la Ciencia y el Agua de Murcia (Plaza de la Ciencia, 1). 


No pienso desvelar ningún detalle, solo os dejo la primera diapositiva. Tendréis que ir para descubrir el enfoque que le pretendo dar a este tema ;-P

Comenzaremos así...
Nos vemos. :-)

Más información: aquí

jueves, 27 de noviembre de 2014

Gastronomía en el límite (VI): La yuca

Raíces de yuca | Fuente

Mandioca, tapioca, guacamota, aipí, boniato de las Antillas, quiscamote..., son varios de los nombres por los que es conocida la Manihot esculenta, la yuca, un tipo de arbusto de la familia de las euforbiáceas muy popular en las regiones de clima tropical en Sudamérica, África y el Pacífico. En España no se suele encontrar con facilidad aunque cada vez está más presente en los supermercados, y lo que popularmente conocemos como "yuca" es la Yucca, una variedad ornamental no comestible. Pero en multitud de países el cultivo de la yuca o mandioca y su uso como alimento es de vital importancia estando considerada como una de las mayores fuentes básicas de alimentos a nivel global.

La yuca es muy apreciada en la gastronomía, sobre todo en la latinoamericana, donde por ejemplo las variedades dulces de su raíz se consumen hervidas o fritas como sustituto de las patatas y forma parte de muchos platos. También se usa como base para mezclas e incluso se puede obtener una bebida alcohólica tras su fermentación. 

Muy versátil e importante. Sí, pero... ¿por qué la incluimos en la serie de gastronomía en el límite?

Pues bien. La yuca contiene una sustancia química llamada linamarina, un glucósido cianogénico, que como su apellido indica es una posible fuente de cianuro, en concreto de ácido cianhídrico. La linamarina puede generar ácido cianhídrico (HCN) a través de una reacción química (ver imagen a continuación) que se produce por la acción de la linamarasa, una enzima que se expresa en las paredes celulares de las plantas de yuca.


Mecanismo de generación de HCN

Para inhibir los posibles efectos de la linamarina la clave está en tratar adecuadamente la yuca antes de consumirla. La yuca que se consume o comercializa se debe someter a procesos de pelado, maceración, escaldado, ebullición o fermentación, que eliminan las zonas con mayor cantidad de linamarina o neutralizan la generación de HCN. Si no se hace correctamente puede producirse una intoxicación por cianuro que mostrará síntomas iniciales de mareo, confusión, cefaleas...   


Ya hemos hablado alguna vez por aquí de los efectos de la intoxicación por cianuro, en particular cuando os conté la disparatada muerte de Rasputín, pero en nuestro caso de hoy la pregunta del millón es si se puede morir comiendo una cantidad normal de yuca.

Y la respuesta es que sí. O eso parece. De hecho, no sé si recordaréis un triste suceso que ocurrió en Filipinas en marzo de 2005. 28 niños murieron intoxicados y 60 quedaron en estado grave en un colegio de la isla Bohol tras la ingestión de un dulce hecho con yuca que habían tomado en la merienda. No tengo muchos más datos ni sé si se descartaron finalmente otro tipo de causas pero en teoría la intoxicación letal es posible, teniendo en cuenta que puede que estuviera implicada una de las variedades amargas de la yuca, la que contiene mayor cantidad de linamarina, unido a un mal procesamiento del producto y otros factores como que la dosis letal es menor para niños debido a su peso y el metabolismo. Una fatal desgracia, que no es la única que se puede producir con el consumo de este alimento.


Un niño afectado por konzo | Fuente


El konzo es una enfermedad que causa parálisis y otros daños neurológicos de tipo cognitivo. Es endémica en algunas zonas de África y a pesar de su gravedad es una enfermedad muy desatendida. El konzo se asocia con un alto consumo dietético de yuca en su variedad amarga combinada con una dieta deficitaria en proteínas. Las epidemias se producen cuando estas condiciones coinciden en momentos de grave escasez de alimentos y hambrunas. La sequía también influye pues la escasez de agua dificulta el procesamiento de hervido o lavado de la yuca. 

El konzo como enfermedad fue descrita por primera vez por Giovanni Trolli en 1938. Konzo significa «piernas atadas» en el idioma del sudeste de la República del Congo y el nombre fue sugerido por Hans Rosling (hace años os hablé de él a propósito de Gapminder) y describe perfectamente la marcha espástica de los afectados. No hay tratamiento para este mal una vez se diagnostica a través de los síntomas, solo cabe la prevención en la elaboración de la yuca, información, higiene, etc... Y la prevención también pasa por eliminar una de las causas que provocan tantos otros males parecidos a este o peores: la desigualdad. 

FUENTES:
http://en.wikipedia.org/wiki/Cassava
http://www.fao.org/docrep/006/w0073s/w0073s0u.htm
http://elpais.com/diario/2005/03/10/sociedad/1110409212_850215.html
http://en.wikipedia.org/wiki/Konzo
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/9438470?dopt=Abstract
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/014067369290006O

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NOTA: Esta entrada participa en el XLI Carnaval de Química alojado durante el mes de noviembre en el blog cienciaonline.com

martes, 25 de noviembre de 2014

Matemáticos vs físicos, por Richard Feynman [Vídeo]



Queridos amigos matemáticos y físicos, podéis pelearos en los comentarios :-P

NOTAEsta entrada participa en la Edición 5.8: Betty Scott del Carnaval de Matemáticas, cuyo anfitrión es el gran José Ángel en su blog tocamates.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Reto EPAP #34

No es una pista, es el castillo de Cuenca

Tras la resaca divulgadora del #SciFestCuenca y la presentación de www.principia.io, lanzo un nuevo Reto EPAP dedicado a todos los implicados en tan maravillosa aventura. Ahí van las cinco pistas que nos llevarán a un personaje de la historia de la ciencia.
1) Nació en un pueblo y heredó el castillo de su pueblo.
2) Es conocido por sus estudios de las células mayoritarias en nuestro encéfalo.
3) Fue co-fundador de la Asociación de Amigos de la Unión Sovietica.
4) Recibió varias propuestas para el Premio Nobel.
5) Murió en Argentina.

Animaos, que es un personaje muy interesante. Mantendré la moderación de comentarios un par de días. Se aceptan contrarretos ;-)

Salud 

jueves, 13 de noviembre de 2014

Gastronomía en el límite (V): Coprinus atramentarius [Bonus: La muerte de Keith Moon]

Todas las setas son comestibles. Todas...

... lo que ocurre es que algunas solo se pueden comer la primera vez. :-P



Vale. No huyáis todavía. Chascarrillos aparte hoy hablaremos de un hongo que puede comerse las veces que te dé la gana sin que produzca ningún efecto tóxico adverso. 
Bueno, eso no es del todo cierto porque si bebes alcohol después de consumirlo, aunque sea en poca cantidad, te puedes poner muy malito.


Nunca lo mezcles con alcohol | Fuente

El Coprinus atramentarius o Coprinopsis atramentaria (también conocido como Ink Cap) es un hongo totalmente comestible y de cierto valor gastronómico. El problema viene cuando se mezcla con alcohol. Y no me refiero aquí a esa otra situación que algunos hemos vivido donde tras tomarte catorce copazos te pides al final de la noche una cerveza y le echas la culpa de la resaca a la mezcla del final.

No, no se trata de eso. Si consumimos un suculento plato de Coprinus atramentarius e ingerimos alcohol durante la comida, o hasta varias horas después y que pueden llegar a un par de días, podemos padecer una sintomatología que incluye náuseas, vómitos, cefaleas, hormigueo, taquicardia y otros síntomas muy parecidos a la clásica intoxicación con setas. 

Pero se trata de una intoxicación con setas producida por la acción de un tóxico. Es otra cosa y necesitaremos la ayuda de un poco de bioquímica para explicarlo.

Cuando ingerimos una bebida alcohólica, y tras su absorción en estómago e intestino, el etanol que contiene pasa a la sangre y llega a nuestro hígado para su metabolismo. Allí el etanol se convierte en acetaldehído mediante el concurso de una enzima (¿prodigiosa? ¡y tanto!) llamada alcohol deshidrogenasa (ADH) y ese acetaldehido se convierte en ácido acético ayudado por otra enzima llamada aldehído deshidrogenasa (ALDH). 










La Coprinopsis atramentaria contiene coprina, una sustancia química que cuando se hidroliza libera 1-aminociclopropanol, y es este último compuesto el que bloquea el mecanismo oxidativo del etanol, inhibiendo la acción de la aldehído deshidrogenasa (ALDH) con la consiguiente acumulación de acetaldehído.




Y es esta acumulación de acetaldehído, en su acción como tóxico, la que produce los efectos tan desagradables que hemos descrito antes.

Curioso, ¿verdad? ¿Se os ocurre alguna utilidad? Pues sí, cuando se descubrió el efecto de este hongo se llegó a pensar en utilizarlo como principio activo para un fármaco que ayudara a los enfermos de alcoholismo pero al final prevalecieron otros que ofrecían más persistencia y menor toxicidad como el disulfiram

Bonus musical:

Keith Moon, el gran Keith Moon, fue el batería de The Who desde 1964 hasta su muerte el 6 de septiembre 1978. Esa noche, tras cenar con Paul y Linda McCartney, regresó a su casa y se tomó 32 pastillas de Clometiazol, un fármaco que se prescribe para mitigar el síndrome de abstinencia alcohólica. Fue una sobredosis en toda regla pero, al igual que la coprina o el disulfiram, este tipo de sustancias nunca deben mezclarse con alcohol. No se sabe con certeza si había bebido en exceso esa noche pero el día antes de morir aparece algo trastornado en esta entrevista. Una pena.



Moon fue incinerado días después de morir y en el lugar donde se esparcieron sus cenizas existe una placa conmemorativa con la frase «There is no substitute» (empleando substitute como homenaje a un tema del grupo). Nos dejó su talento como podéis comprobar con este temazo.


¡Viva el rock! 



Más información:

http://es.wikipedia.org/wiki/Disulfiram

http://es.wikipedia.org/wiki/Resaca

https://blogdeunbioquimico.wordpress.com/2013/08/18/que-ocurre-cuando-se-ingiere-alcohol/

http://pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/bi00570a006

http://es.wikipedia.org/wiki/Keith_Moon


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NOTA: Esta entrada participa en el XLI Carnaval de Química alojado durante el mes de noviembre en el blog cienciaonline.com

martes, 11 de noviembre de 2014

'Ese punto azul pálido' ha quedado cuarto en los X Premios Bitácoras

Al menos él tiene una estatuilla :-(

No ha podido ser. Después de luchar durante varias semanas y estar en tercera posición a pocas horas del final de las votaciones, EPAP ha quedado definitivamente apartado de la final de los X Premios Bitácoras. :-(

Lo siento. Lo siento mucho por todos los que me habéis animado, apoyado y votado. Nunca hubiera llegado tan lejos (si lo miramos con perspectiva es un buen resultado) sin vuestra incondicional ayuda. De todo corazón: ¡Gracias! 

Y enhorabuena a los tres insignes finalistas: Deborah, Enrique y Miguel Ángel. Mucha suerte, amigos. Ojalá hubiera tres premios porque lo merecéis, como personas y como divulgadores de la ciencia de primera. Mi mayor admiración y sana envidia.

Pese a la mini-decepción final, he de reconocer que ha sido muy estimulante y divertido participar en estos premios. A algunos les parecerán una chorrada pero no estoy de acuerdo. Recordad que la mayoría de nosotros dedicamos nuestro tiempo, que no nos sobra, y mucho esfuerzo, solo por desarrollar la pasión que tenemos por la ciencia y su divulgación. Sin más. Aquí no hay dinero ni publicidad ni nada de nada. Solo dedicación y generosidad. Y estos premios son un pequeño regalo en los que se reconoce algo, aunque sea un poquito, de ese esfuerzo. 

En fin. Otra vez será... O tal vez no, pero no pienso cambiar. Aunque he estado a punto.

Estos últimos meses, y condicionado por otros temas personales muy tristes que no vienen al caso, he estado barajando la idea de abandonar el blog y dedicarme a leer tranquilamente mis libros que se acumulan o a otros hobbys más bucólicos. Pero han ocurrido dos cosas que han hecho que descarte esa idea definitivamente. Os cuento...

La primera ocurrió a mediados de septiembre donde se lo conté de forma íntima frente a una copa de vino a dos grandes amigos, Jose e Iñako, durante una comida que compartimos con ocasión de esta actividad organizada por ADCMurcia y la Fundación Cajamurcia

Iñako me miró a la cara y fue tajante: «Nunca dejes de escribir, Dani» y me dio una argumentación magistral muy objetiva, que no iba dirigida a mí personalmente, sino al mero hecho de la escritura, y que guardo en mi memoria para enmarcarla como oro en paño. Jose me amenazó con encapsularme y mandarme a sus orcos y esas cosas si lo dejaba... :-P

El otro hecho me ocurrió el pasado viernes por la tarde en la Semana de la Ciencia y la Tecnología de Murcia. Cuando me dirigía hacia el stand de ADCMurcia un grupo de jóvenes me asaltó, literalmente, y tras presentarse me presentaron a un lector admirador de mi blog que me impresionó y emocionó especialmente. Me ahorro los detalles, pero David, si lees esto, tío, que sepas que va por ti, crack. Un abrazo :-)

No puedo terminar este rollo sin agradecer especialmente a dos personas su apoyo, y no solo en la lucha hacia la malograda final de los Bitácoras, sino algo más importante, que han estado siempre ahí, donde ellos saben. Y nunca fallan.

Me refiero a Jose, el Sauron murciano, el puto amo, con el que cada día aprendo más y que es para mí todo un referente y modelo a imitar, en lo personal y profesional, al que admiro de forma incondicional. 

Y por supuesto, a Yolanda, mi sufridora compañera y esposa, que aguanta estoicamente todas las escapaditas virtuales con mis amiguitos de interné. Sin ella nada sería posible. Ella es la mujer de mi vida y me ha dado aquello que da sentido a todo. Lo más importante...


Diana y Dani dentro de una Soyuz

Gracias a todos. Y ahora... ¡Poyejali

Gastronomía en el límite (IV): Comida basura

[Esta entrada participa en la I edición del Carnaval de Neurociencias]

Cuando me refiero a «basura» lo hago con toda la cautela del mundo porque el término «comida basura» no me gusta especialmente, exige matices y es demasiado amplio y confuso. Pero para que nos entendamos, la comida basura es aquella que aporta cantidades desmesuradas de azúcares, grasas y sal.

Comenzamos como venimos haciendo con esta serie. De forma audiovisual. En esta ocasión con un mini-reportaje de ABC News sobre un insólito restaurante que se encuentra en la capital del juego, en Las Vegas. Os advierto de que es un poco más largo de lo habitual (8:23) pero muy jugoso, por decir algo... Ah, y el parecido del dueño del restaurante con el físico y divulgador Jim Al-Khalili es de lo más inquietante que visto en mucho tiempo. Dentro vídeo:



Increíble. No tiene desperdicio, valga la rebundancia. Y mejor que no lo tenga porque como acabáis de ver la enfermera te azota si te dejas la hamburguesa. Algunos lo harán a propósito, que hay gente para todo. En fin, marketing y freak show aparte, vamos con la ciencia.

¿Por qué es tan adictiva este tipo de comida? 

La hipótesis de partida es que este tipo de comida basura produce una adicción similar a la que se produce por efecto de otras drogas de abuso como la cocaína o las anfetaminas. Es un poco fuerte, la verdad, pero bastante cierto.

Existen bastantes estudios que parecen confirmarlo. El mecanismo que se pone en marcha cuando abusamos de la comida basura está directamente relacionado con los circuitos de recompensa de nuestro encéfalo y sobre cómo obtenemos el placer. Y por la  acción de una molécula muy feliz: la dopamina.



Las drogas de abuso, especialmente cuando se consumen de forma continuada, provocan un aumento de la liberación de dopamina, principalmente en una pequeña región del encéfalo llamada núcleo accumbens.


La región sombreada en rojo es el núcleo accumbens

La dopamina es un neurotransmisor (aunque también es neurohormona) implicada, entre otros, en los procesos de procesamiento de la información relacionada con la recompensa. En concreto, la dopamina ejerce dos funciones diferenciadas: facilita el aprendizaje relacionado con la recompensa por un lado, y posibilita ese recuerdo del estímulo asociado a la recompensa.

Liberamos dopamina cuando buscamos la forma de obtener una recompensa de tipo primario, como la comida o el sexo, y dejamos de segregarla cuando hemos aprendido la manera directa de obtenerla. ¿Os habéis planteado el porqué de que los retos o situaciones nuevas en nuestra vida nos agraden al principio y luego se conviertan en vivencias aburridas cuando pasan a ser cotidianas? Es resultado de esta función de la dopamina.

La otra función  de la dopamina guarda relación con la recompensa que se produce en una fase posterior al aprendizaje. Nuestra molécula de la felicidad interviene en la inducción del recuerdo del estímulo asociado a la recompensa y de la información necesaria para ejecutar la respuesta necesaria para la consecución del premio.

¿Significa esto que la dopamina presente en nuestro encéfalo puede compararse con la acción otras drogas?

Bueno, más o menos sí, pero hay una diferencia vital. La repetición de los estímulos cuando son naturales disminuye, hasta llegar a extinguirse, la liberación endógena de dopamina. Por el contrario, cada vez que se consume una droga de abuso se libera irremediablemente dopamina, y en cantidades muchísimo mayores. Más de diez veces superiores en algunos casos, y eso para nuestro encéfalo es mucho.

La comida basura actúa de forma muy parecida, salvando las distancias, ya que la liberación de dopamina es menor que la que se libera con otras drogas y no hay otro tipo de efectos colaterales implicados. Pero el mecanismo parece ser similar.

La adicción, en su inicio está motivada y dirigida hacia un
objetivo concreto como es la obtención de placer y bienestar. Con el tiempo, el consumo de este tipo de comida se puede convertir en un hábito. Y puede originar problemas como la obesidad o el tan ansiado ataque cardíaco que promete nuestro inquietante doble de Jim Al-Khalili en su restaurante (este es Jim).

Os ha gustado el vídeo, ¿verdad? ¿Notáis la dopamina? :-P Pues os dejo con un poco más de pecado ;-)



Sed buenos y comed lo que os apetezca sin abusar, con criterio y con cabeza. Sobre todo esto último, si sois de los que tomáis todo en forma literal. ;-P

Seguiremos con la serie...
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NOTA: El tema de la acción de la dopamina y las adicciones o la relación con la 'comida basura' es mucho más complejo (por ejemplo, no he entrado en los receptores D2 y esas cosas). He intentado dar un pequeño esbozo de carácter meramente divulgativo e introductorio con mi acostumbrado estilo gamberril. Aquí os dejo más información seria:

http://www.eurekalert.org/pub_releases/2013-05/cafn-atu051613.php

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2947358/

http://www.sebbm.com/dossier172_intro.htm

http://www.nature.com/neuro/journal/v13/n5/full/nn.2519.html

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3124340/

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/03/26/neurociencia/1269629360.html

http://www.experientiadocet.com/2010/09/camino-al-exito.html

jueves, 6 de noviembre de 2014

Gastronomía en el límite (III): Picante extremo

De nuevo comenzamos con un vídeo que nos sirve de introducción para esta nueva entrega de la serie sobre experiencias gastronómicas en el límite.



Como acabáis de ver, el conocido chef Gordon Ramsay se va a la India y se atreve a probar un cachito de Bhut Jolokia, uno de los pimientos más picantes del mundo. Y lo hace en el marco de un concurso que consiste en ver quién se come más pimientos en menos tiempo. Y él, como casi cualquier mortal, casi no resiste ni un pequeño bocado. ¡Menuda locura! (Lo de frotarse los ojos con los pimientos picantes mejor ni lo comento :-P).

El Bhut Jolokia y otros pimientos contienen una sustancia química llamada capsaicina, que es una de las que produce el agradable y buscado para algunos, y nefasto para otros, efecto picante. Un efecto que solo se da en los mamíferos y no en otros animales, como las aves, que no son sensibles a la capsaicina ni en general a los capsaicinoides (resto de sustancias químicas relacionadas que también son metabolitos secundarios de las plantas del pimiento). 

La capsaicina no es la única molécula responsable del picante. También existen otras como la piperina, presente en la pimienta negra, o el isotiocianato de alilo en la mostaza y wasabi.


Capsaicina (8-metil-N-vanillil-6-nonenamida)

A veces decimos que algo "sabe picante", pero el picante no es un sabor. En realidad es la acción de la capsaicina sobre unos receptores sensoriales llamados nociceptores polimodales la produce el efecto que todos conocemos. Estos receptores los tenemos distribuidos por todo el cuerpo y son los mismos receptores que se estimulan por presión, calor o frío. Cuando la capsaicina o algún capsacinoide interacciona con estos receptores nuestro sistema nervioso lo interpreta como calor extremo y respondemos fisiológicamente ante él para defendernos. Sudamos, nos enrojecemos, el corazón comienza a latir más fuerte... 

En 1912 el químico norteamericano Wilbur Scoville ideó una escala para medir la cantidad de picante. Se trata de un método subjetivo pero bastante original. La medición se realizaba creando una solución con un extracto del fruto del pimiento, y posteriormente se diluía hasta que el efecto picante fuera indetectable para un grupo de cinco expertos catadores.

Cuanto más tengamos que diluir el extracto para que deje de picar mayor puntuación tendrá en la escala. De esta manera se construyen gráficas como la siguiente, donde que el Bhut Jolokia tenga alrededor de un millón de unidades scoville significaría que habría que diluir ese extracto un millón de veces para que dejara de picar.


Actualmente se utilizan otras técnicas más modernas como la cromatografía, pero la escala Scoville no deja de ser cuando menos muy curiosa. ¿Esto de las diluciones extremas os suena de algo? :-P

Pero, ¿podemos morir comiendo pimientos como el Bhut Jolokia?

Realmente es posible aunque bastante improbable. Si consideramos a la capsaicina como el agente tóxico a considerar sería necesario más de un kilo de pimientos Bhut Jolokia para alcanzar la dosis letal en un adulto de unos 70 Kg. Ante tal estímulo el cuerpo reaccionaría antes con vómitos y habría que ingerir ese kilo en una sola toam o en u nperiodo corto de tiempo. Aquí dice que un chef amateur murió solo con tomar uno pero me parece muy extraño y de ser cierto me inclino más por una reacción alérgica que por la acción de la capsaicina o los capsaicinoides. De todas formas a mí no me busquéis para probar esto ;-)

Continuaremos...

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NOTA: Esta entrada participa en el XLI Carnaval de Química alojado en el recomendable blog cienciaonline.com