miércoles, 21 de noviembre de 2012

Se acabaron los premios Bitácoras 2012 para 'Ese punto azul pálido'…


Y hemos conseguido el honroso décimo puesto en la categoría de Ciencia. Teniendo en cuenta que esta clasificación ha sido resultado de una votación popular, he de reconocer mi más profunda alegría por el resultado obtenido. Muchas gracias a todos los que me habéis apoyado. Es bastante probable que jamás alcance un resultado mejor en este tipo de premios… (pausa dramática) pero no importa, ahora toca disfrutar de este efímero baño de alegría.

Pero aunque todo haya acabado para EPAP, queda la final del próximo viernes en InterQué en la que tres grandes de la blogosfera se juegan la estatuilla. Como dije en mi anterior post, mi apuesta por el futuro de la divulgación científica está centrada en el mundo de los blogs, y estos tres grandes son un ejemplo de las "notorias excepciones" de las que hablé. Sigo opinando prácticamente igual.

Vamos a mojarnos: ¿Quién merece ganar un Bitácoras como mejor blog de ciencia en 2012? Pase lo que pase, estos tres pilares de la divulgación son ya ganadores, se les nota y me consta. Aunque suene a tópico, es verdad. Pero si Eureka y Gaussianos son merecedores de los más altos honores y galardones (y un riñón mío si me lo piden) por su trayectoria de tantos años en la brecha y su altísima calidad, hemos de ser coherentes y decir que el año 2012 ha sido el año de Scientia.  Y lo digo en un ejercicio de objetividad y perspectiva voluntario, dejando de un lado la lógica emoción y orgullo de ver a un gran amigo de toda la vida en una posición tan alta y admirable.

¿Por qué Scientia ha sido el mejor en 2012? 
Daremos 10 razones de esas que tanto le gustan a nuestro encapsulador favorito:

1. Los contenidos. Muy didácticos, de nivel de carrera de ciencias y enlazados con aspectos cotidianos, nada de abstracciones. Todo un logro que salta a la vista leyendo los comentarios de la gente que agradece la claridad en las explicaciones. Tras pasar por Scientia la experiencia de ir a un supermercado o leer la etiqueta de un producto de consumo doméstico es diferente.

2. El sentido del humor. Muy suyo, rozando lo gamberril, pero que no deja indiferente. Y para mí uno de los mejores aciertos de su estilo. Buscas descojonarte y sales aprendiendo conceptos de biología o química, que luego retienes en la memoria por asociación inverosímil. Es muy difícil conseguir ese mestizaje como lo hace Scientia.

3. El surrealismo. Unido al punto anterior -a veces me preocupaba la salud mental del encapsulador- las idas de olla élficas de Scientia unen magistralmente la cultura popular con la ciencia básica que se enseña en la universidad. Sus gustos musicales son también surrealistas, pero esa es otra historia.

4. La innovación. Este aspecto es menos conocido, pero Scientia ha trasladado su modus operandi a sus clases como pocos profesores universitarios han hecho. No ha sido el primero, pero ha dado el salto con un éxito apabullante. Una pena que su universidad no lo valore… de momento.

5. La ilusión. Cualidad de un buen blog. Si un blog consigue ilusionarte es porque quien está detrás está ilusionado con compartir su conocimiento. Escasean los blogs en los que esperas impaciente la publicación de una nueva entrada. Scientia ilusiona.

6. La valentía. Para enfrentarse a la caterva de trolls, algunos procedentes incluso del ámbito académico, hay que ser muy valiente. Pero eso es lo de menos, y no le quito importancia, pero a veces el problema surge de tu propio entorno social, que se mofa de la divulgación y no te comprende. Scientia se compromete y lucha sin traicionar a sus principios, con valentía y sin miedo.

7. La constancia. Todo el que tiene un blog sabe que mantener un ritmo de cantidad y calidad es muy difícil. Dos entradas por semana, de las curradas no como lo que hago yo de poner algún vídeo o cita de libro (:P), son muchas. Y quitan un tiempo que es más que platino para un padre de familia y profesional investigador y docente.

8. El trabajo de campo. El mundo de los blogs de ciencia se suele caracterizar por transmitir conocimientos a través de papers u otras publicaciones. En Scientia hay un periodismo de investigación que pisa la calle y suele contar lo que nunca hemos leído. 

9. El sentido de la trascendencia. Tengo la absoluta convicción de que cuando Scientia escribe, aparte de hacerlo con libertad, piensa mucho (pero mucho) cada mensaje que transmite, cada consejo, por si dentro de algunos años cierta personilla de parche en el ojo quiere saciar su curiosidad y mira hacia atrás. Para mí, personalmente, es la mayor virtud bloguera que se puede concebir. Admirable. 

10. La labor social. Para mí el punto más importante y por sí mismo por el que merece ser ganador y alcanzar el cielo. La denuncia, con rigor y seriedad, de los atropellos que vivimos por parte del marketing pseudocientífico que nos inunda. Scientia ha sido un azote de charlatanes de una de las peores lacras de nuestra sociedad: la de los que con conocimiento se aprovechan del sufrimiento y la ignorancia ajena para obtener un beneficio económico. Y lo ha hecho de forma magistral, poniendo en jaque a la industria cosmética, denunciando falsas terapias o siendo implacable con los mensajes quimifóbicos. En una sociedad donde todo el mundo usa Google, que alguien buscando soluciones o información a un problema que le preocupa encuentre la información en Scientia en vez de algún sitio dudoso, me parece de un valor impagable a nivel de mejora social. Mención especial aparte merece su compromiso con llevar sus punteros conocimientos sobre las ciclodextrinas al campo de la salud de los más olvidados y sensibles, o su dedicación por mejorar la cantera de la investigación en España.

Con diez o por cien razones más que podría escribir, concluyo afirmando que Scientia es de esos blogs, que son más que un blog (parafraseando un lema futbolístico muy conocido). Y durante este año que llega a su fin nos ha enseñado a vivir con los ojos abiertos. Con los únicos ojos con los que algún día contemplaremos un mundo mejor.

Suerte. Y que gane el campeón. ;-)

6 comentarios:

  1. Suscribo todas las razones, creo que sería un justo ganador.

    Por cierto, yo añadiría en el párrafo en el que hablas de la dedicación a la mejora de la cantera unas cosillas:
    No solo se preocupa por el futuro de los investigadores, se preocupa por los alumnos de las institutos (dando conferencias), se preocupa por los nuevos proyectos divulgativos (como Ciencia en los bares), se preocupa porque no perdamos la ilusión los docentes de secundaria (lo garantizo, lo he vivido en primera persona)... incluso este tipejo (Jose) saca tiempo para apoyar los proyectos web 2.0 de niños de colegio.

    Apoyo los argumentos de Dani Torregrosa y plagiando su frase:
    "Eureka y Gaussianos son merecedores de los más altos honores y galardones por su trayectoria de tantos años en la brecha y su altísima calidad, pero hemos de ser coherentes y decir que el año 2012 ha sido el año de Scientia".

    Un saludo.

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    1. JC, estoy totalmente de acuerdo.Me he centrado en el blog, la figura de Jose como divulgador en las trincheras merece otro post.
      Salud

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  2. Llevo un rato aquí y no sé qué decir. Cualquier comentario que haga a este post podría malinterpretarse. Por ello solamente voy a decir dos palabras que resumen mucho, que no todo, de lo que pienso. GRACIAS DANI.

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  3. .....¿aceptas pagos en metálico, cheques, pay pal o mejor en GT???...yo quiero un post asi..aunque mi blog no sea científico.

    Ah y por supuesto yo también creo que Scientia debe ganar...faltaría más.

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    1. No te hará falta. Yo te veo ganadora... pero que no te dé un infarto :P
      Como vais a ganar los dos, os buscáis el viernes y me mandáis una foto :D

      Mucha suerte!

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  4. Maldita sea, cualquiera diría que se nota que sois amiguetes y todo eso... pero es que ostentas la más apabullante razón en todos y cada uno de los puntos que esgrimes.

    Si hubiese unos cuantos Scientias más por ahí, poco quedaría de charlatanes y vendechorradas. Además lo bueno de este tipo es que no es agresivo, beligerante ni adolece de soberbia, lo que a veces provoca aún más a los que niegan la importancia de la ciencia. Casi que destacaría esto como su mayor virtud. Expone las cosas como son, con buen humor y datos bien claros, y al que no le convenza, se ve en la tesitura de tener que aportar argumentos aún más de peso.

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