Hoy toca aprender un poco más sobre los asteroides de la mano de Phil Plait, autor del inmenso blog Bad Astronomy. Un asteroide es un cuerpo menor que orbita en nuestro sistema solar con unas dimensiones de menos de 1000 km. Son de menor tamaño que un planeta pero mayores que los meteroides. El nombre de asteroide fue propuesto por William Herchel debido a su parecido visual con las estrellas (en griego, aster-> estrella) aunque el primero en descubir un asteroide, concretamente Ceres, fue Giuseppe Piazzi en 1801. Os dejo con Phil. Risas garantizadas :-D
martes, 29 de noviembre de 2011
martes, 22 de noviembre de 2011
¿Qué libro de divulgación científica me recomiendas?
Ayer me hicieron esta pregunta. Un gran amigo me pidió que le recomendara un buen libro de divulgación. ¿Solo uno? Sí, solo uno y únicamente disponía de un intento...
No lo dudé ni un instante. Y ya lo dejé muy claro cuando os pregunté por el divulgador más importante de la historia.
Le recomendé el libro Nueva guía de la ciencia (1984) de Isaac Asimov. Pero claro, no quiero ser egoísta, mi amigo lee este blog. Si alguno de vosotros quiere hacerle alguna sugerencia distinta, tiene los comentarios a su disposición. Estáis a tiempo :-)
Y de paso, si hay alguno que no he leído, me lo pido ;-)
lunes, 21 de noviembre de 2011
¿Nos interesa la verdad? [Extracto de El mundo y sus demonios]
¿Nos interesa la verdad? ¿Tiene alguna importancia?
... donde la ignorancia es una bendición es una locura ser sabio,escribió el poeta Thomas Gray. Pero, ¿es así? Edmund Way Teale, en su libro de 1950 Círculo de las estaciones, planteó mejor el dilema:
Moralmente es tan malo no querer saber si algo es verdad o no, siempre que permita sentirse bien, como lo es no querer saber cómo se gana el dinero siempre que se consiga.Por ejemplo, es descorazonador descubrir la corrupción y la incompetencia del gobierno, pero ¿es mejor no saber nada de ello? ¿A qué intereses sirve la ignorancia? Si los humanos tenemos, por ejemplo, una propensión hereditaria al odio a los forasteros, ¿no es el autoconocimiento el único antídoto? Si ansiamos creer que las estrellas salen y se ponen para nosotros, que somos la razón por la que hay un universo, ¿es negativo el servicio que nos presta la ciencia para rebajar nuestras expectativas?
En La genealogía de la moral, Friedrich Nietzsche, como tantos antes y después, critica el «progreso ininterrumpido en la autodesvalorización del hombre» causado por la revolución científica. Nietzsche lamenta la pérdida de la «creencia del hombre en su dignidad, su unicidad, su insustituibilidad en el esquema de la existencia». Para mí es mucho mejor captar el universo como es en realidad que persistir en el engaño, por muy satisfactorio y reconfortante que sea. ¿Qué actitud es la que nos equipa mejor para sobrevivir a largo plazo? ¿Qué nos da una mayor influencia en nuestro futuro? Y si nuestra ingenua autoconfianza queda un poco socavada en el proceso, ¿es tan grande la pérdida, en realidad? ¿No hay motivo para darle la bienvenida como una experiencia que hace madurar e imprime carácter?
Descubrir que el universo tiene de ocho mil a quince mil millones de años y no de seis mil a doce mil mejora nuestra apreciación de su alcance y grandeza; mantener la idea de que somos una disposición particularmente compleja de átomos y no una especie de hálito de divinidad, aumenta cuando menos nuestro respeto por los átomos; descubrir, como ahora parece posible, que nuestro planeta es uno de los miles de millones de otros mundos en la galaxia de la Vía Láctea y que nuestra galaxia es una entre miles de millones más, agranda majestuosamente el campo de lo posible; encontrar que nuestros antepasados también eran los ancestros de los monos nos vincula al resto de seres vivos y da pie a importantes reflexiones -aunque a veces lamentables- sobre la naturaleza humana.
Sencillamente, no hay vuelta atrás. Nos guste o no, estamos atados a la ciencia. Lo mejor sería sacarle el máximo provecho. Cuando finalmente lo aceptemos y reconozcamos plenamente su belleza y poder, nos encontraremos con que, tanto en asuntos espirituales como prácticos; salimos ganando.
Pero la superstición y la pseudociencia no dejan de interponerse en el camino para distraenos, proporcionar respuestas fáciles, evitar el escrutinio escéptico, apelar a nuestros temores y devaluar la experiencia, convirtiéndonos en practicantes rutinarios y cómodos además de víctimas de la credulidad.
--Carl Sagan, El mundo y sus demonios--
domingo, 13 de noviembre de 2011
La Conferencia Solvay de 1927 [Vídeo]
"Electrones y fotones" fue el lema del quinto Congreso Solvay celebrado en Bruselas en octubre de 1927. La fotografía de grupo de este emblemático encuentro, que marcó un antes y un después en la mecánica cuántica, es de sobra conocida por todos los aficionados a la ciencia.
Pero menos conocido es un vídeo que recoge unos curiosos y distendidos momentos de esta histórica reunión; momentos de descanso, risas, pitillos y turismo por Bruselas. En él podemos ver unas cuantas caras más o menos conocidas, pero cuyos nombres, con solo mencionarlos, obligan a que nos pongamos en pie: Erwin Schröedinger, Niels Bohr, Auguste Piccard, Léon Brillouin, Max Born, Paul Ehrenfest, Louise-Victor de Broglie, Arthur Compton, Hendrik Lorentz, Max Planck, Wolfgang Pauli, Peter Debye, Marie Curie, Albert Einstein...
El vídeo fue rodado por un asistente al congreso de 46 años aficionado a la cinematografía, galardonado con el Premio Nobel de química cinco años después, y que los lectores de este blog recordarán por ser poco amigo -por decirlo de alguna manera- del genial Gilbert Lewis, como ya contamos hace unos días... Efectivamente, con ustedes, la cámara de Irving Langmuir inmortalizando a unos cuantos gigantes del Congreso Solvay de 1927, que como todos nosotros eran gente normal... o eso parece :-)
Pero menos conocido es un vídeo que recoge unos curiosos y distendidos momentos de esta histórica reunión; momentos de descanso, risas, pitillos y turismo por Bruselas. En él podemos ver unas cuantas caras más o menos conocidas, pero cuyos nombres, con solo mencionarlos, obligan a que nos pongamos en pie: Erwin Schröedinger, Niels Bohr, Auguste Piccard, Léon Brillouin, Max Born, Paul Ehrenfest, Louise-Victor de Broglie, Arthur Compton, Hendrik Lorentz, Max Planck, Wolfgang Pauli, Peter Debye, Marie Curie, Albert Einstein...
El vídeo fue rodado por un asistente al congreso de 46 años aficionado a la cinematografía, galardonado con el Premio Nobel de química cinco años después, y que los lectores de este blog recordarán por ser poco amigo -por decirlo de alguna manera- del genial Gilbert Lewis, como ya contamos hace unos días... Efectivamente, con ustedes, la cámara de Irving Langmuir inmortalizando a unos cuantos gigantes del Congreso Solvay de 1927, que como todos nosotros eran gente normal... o eso parece :-)
NOTA: Esta entrada participa en la IX edición del Carnaval de Química que alberga este mes el blog Hablando de Ciencia de la mano de Guillermo Marina, químico y divulgador.
domingo, 6 de noviembre de 2011
De Frankenstein a Blade Runner
"I ought to be thy Adam; but I am rather the fallen angel"--The Monster--
"Fiery the angels fell, deep thunder roll'd around their shores, burning with the fires of Orc" --Roy Batty--
Ciento sesenta y cuatro años separan a Frankenstein (Mary Shelley, 1818) de Blade Runner (Ridley Scott, 1982).
El parecido es más que razonable. En ambas historias, siendo reduccionista, un creador con delirios mesiánicos juega a ser Dios y maltrata posteriormente a su obra, la cual se rebela contra él. Ángeles caídos. De ahí las citas con las que he querido comenzar este post.
Quisiera escribir algo original sobre Frankenstein o Blade Runner, pero sinceramente está casi todo dicho y no creo que mi aportación fuera de mucho interés. Solamente me queda recomendaros leer Frankenstein de Mary Shelley, un libro injustamente eclipsado por las adaptaciones al cine, algunas magíficas, pero que merece una lectura o tal vez más de una. Y sobre Blade Runner, ¿Qué os puedo decir que no haya dicho ya? I, II y III.
Lamento dejar un post con un título tan prometedor así de pobre, pero ya os digo, está casi todo dicho. Al menos cuando leas Frankenstein o vuelvas a ver Blade Runner, puedes jugar a cruzar texto con escenas. ;-)
"I shall die, and what I now feel be no longer felt. Soon these burning miseries will be extinct. I shall ascend my funeral pile triumphantly and exult in the agony of the torturing flames. The light of that conflagration will fade away; my ashes will be swept into the sea by the winds. My spirit will sleep in peace, or if it thinks, it will not surely think thus. Farewell. --The Monster--
sábado, 5 de noviembre de 2011
Cristales de bismuto vs M.C. Escher
El bismuto es un elemento químico metálico de número atómico 83 y que tiene la curiosa característica de expandirse al solidificarse. El origen de su nombre está lleno de controversias, pero al parecer proviene del griego plomo blanco. En España es un mineral algo raro pero lo podemos encontrar en Córdoba. En cuanto a sus usos y aplicaciones, se emplea mayoritariamente en medicina y cosmética. Para ser un metal rodeado de elementos muy tóxicos en la tabla periódica, realmente no lo es tanto como cabría esperar de él. Es relativamente poco tóxico, de hecho es el menos tóxico de los metales pesados, e incluso antiguamente se llegó a emplear como antídoto de las intoxicaciones por cadmio o para tratar molestias estomacales en forma de salicilato de bismuto (bismuto rosa). Y es debido a su baja bioacumulabilidad y menor toxicidad por lo se ha utilizado también como sustituto de los antiguos perdigones de plomo -muy nocivos para la salud y el medio ambiente- y las plomadas de pescar.
Pero dejemos la química y centrémonos en el arte. Al bismuto lo podemos encontrar cristalizado formando unas sugerentes pirámides escalonadas invertidas iridiscentes, denominadas cristal en tolva, que hacen que la comparación con M.C. Escher sea inevitable. ;-) Fantástico, ¿verdad?
Bismuto | Fuente |
Bismuto | Fuente |
Ascending and descending (Escher) | Fuente: Wikipedia |
Más información:
NOTA: Esta entrada participa en la IX edición del Carnaval de Química que albergará este mes el blog Hablando de Ciencia de la mano de Guillermo Marina, químico y divulgador.
Gracias por vuestro voto en #Bitácoras11
Esta semana se ha publicado la clasificación final de los Premios Bitácoras en su edición 2011, y para mí es un inmenso orgullo comunicaros que Ese Punto Azul Pálido ha quedado en la posición número 20 de la categoría de ciencia. Conseguir un puesto tan elevado, viendo el tremendo nivel de los blogs que participaban, ha sido una estupenda recompensa y se convierte en un estimulante aliciente para continuar compartiendo mis gustos e inquietudes personales con vosotros.
Muchísimas gracias a todos los que se han tomado la molestia de registrarse en Bitácoras y dedicar un rato de su tiempo en el tedioso proceso de darme un voto en estos premios. Pero sobre todo, muchas gracias por visitarme, leerme, dejar comentarios, recomendar mi blog o interaccionar conmigo a través de Twitter. De todo corazón, gracias. :-)
Ese Punto Azul Pálido continuará batallando sin descanso, compartiendo enlaces que me resulten interesantes, intentando divulgar -mejor o peor- sobre ciencia o lo que se tercie... pero siempre con mucho cariño y entusiasmo. Porque lo merecéis.
Un abrazo chillao virtual para todos.
martes, 1 de noviembre de 2011
Hubble 3D, la película
Siempre hay un momento para recibir eficaces antídotos frente al yuritrastorno. Y hoy toca una película de la que ya hablé hace más de un año por aquí, y que fue filmada en el espacio por los cosmonautas de las misiones STS-31, 61 y 125, en la que nos cuentan muchas cosas con la excusa de reparar el telescopio Hubble. Al final, esta joya no llegó a los cines IMAX de España, ¡qué sorpresa! pero... no me olvidé de ella.
Y sin más preámbulos, os dejo con esta maravilla (enlazo la parte 1/5, el resto es fácil de seguir desde You Tube).
Luces apagadas, altavoces conectados y... ¡Poyejali!