Critón, le debemos un gallo a Asclepio
En el año 399 a.C. un jurado compuesto por 550 ciudadanos atenienses fue convocado para juzgar a un hombre. La acusación fue formulada ante el arconte -magistrado competente para iniciar los juicios en la antigua Grecia- por tres destacados miembros de la ciudadanía: el influyente y poderoso Anito, el poeta erótico Meleto y el orador Licón. A un insigne y conocido ciudadano de Atenas se le imputaban los delitos de corrupción de la juventud y de no creer en los dioses.
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Qué presentación!! Ya me he quedado intrigado y tendré que ir a amazings. jejejeje
ResponderEliminareres un fenómeno
Vengo de "Amazings". Pues, estas navidades he sufrido mi primera gastroenteritis y fue breve, dos días, tras la diarrea, dolor de cabeza, estómago, fiebre e incluso calambres, bueno tras vomitar me sentí divino (pero no me sentí como en el cielo) no quiero ni imaginar lo que debe de ser palmarla por un preparado de Cicutina, debe de ser horroroso... Lo cierto es que las últimas palabras de Sócrates encierran una ironía muy curiosa, un Dios de la medicina, yo más bien maldeciría a semejante personaje por "crear" plantitas como las que se lo llevaron de este mundo. Muy buen post, como todos los Curio-Tox, no tenía ni idea que a Socrates se lo cargaron y aún menos los malditos religiosos!!!
ResponderEliminar@Jaleante: Gracias
ResponderEliminar@Alexander: Bueno, más que religiosos, envidiosos. Gracias por pasar, amigo. :-)
Siempre que hablan de Sócrates, viene a mi mente Asimov:
ResponderEliminar“En primer lugar acabemos con Sócrates, porque ya estoy harto y cansado de este invento de que no saber nada es un signo de sabiduría. No hay nadie que no sepa nada. En sólo cuestión de días los bebés aprenden a reconocer a sus madres. Sócrates […] se refería a que en las grandes abstracciones sobre las que discuten los seres humanos uno debe comenzar sin nociones preconcebidas y no examinadas, y que él era el único que sabía esto. (¡Qué pretensión tan enormemente arrogante!) […] Es una demostración de la maravillosa tolerancia de los atenienses el hecho de que durante decenios aguantaran esto y que no se cansaran hasta que Sócrates cumplió setenta años y le obligaron a beber la cicuta”
¡Ja ja ja!
Asimov era muy grande. :-D
ResponderEliminarGracias Yunni. La verdad es que yo también me acordé mucho de las palabras de Asimov cuando redacté el post. Muy buenas.
Un saludo