"El conocimiento es poder". Esta frase, atribuida a Sir Francis Bacon en su obra de 1597 "Meditationes Sacræ. De Hæresibus" la leí ayer en un comentario que dejó César (Experientia docet) en este post de Amazings, en donde por cierto, hay una pequeña contribución mía.
La frase de Bacon la he convertido en el último post de este 2010, porque resume perfectamente la actividad y la pretensión de este humilde blog, desde que nació tímidamente a principios del mes de abril. Ignoro si he conseguido "haceros más poderosos", al estilo de Bacon, espero que sí, pero lo cierto es que yo sí que he notado el cambio. Y ha sido leyendo vuestros blogs, siguiendo vuestros tweets, comprando algún libro recomendado, enlazando a páginas de blogrolls, contestando a vuestros comentarios...Toda esa actividad ha supuesto para mí un gran avance a nivel personal que me ha dado momentos de gran satisfacción. Y esto acaba de empezar.
Por tanto, avatares o anónimos, pero por encima de todo, amigos, solamente puedo daros mis más sinceras gracias por todo y desearos que el nuevo año que entra esté cargado de todo el conocimiento que os sea posible asimilar.
"Et ipsa scientia potestas est". No me cabe duda alguna de que así ha sido siempre, es ahora, y será mañana.
¡Feliz 2011!
viernes, 31 de diciembre de 2010
miércoles, 29 de diciembre de 2010
La influencia de la mitología en la ciencia (5ª Parte): Ares
La bella diosa surgida de la espuma que se enamoró del chico malo
Hijo de Zeus y Hera, Ares (Marte para los romanos) era el dios de la guerra. Violento, feroz, sanguinario e impetuoso, Ares no entendía otro lenguaje que el de la violencia gratuita y extrema para resolver cualquier conflicto. El resto de dioses no lo soportaban, tanta crueldad y muerte estaba mal vista en Olýmpos, y Ares era siempre comparado -más bien agraviado comparativamente- con los elogios a su contrapuesta y perfecta hermanastra: Atenea (Minerva).
Ni siquiera su padre, el gran Zeus podía con él: "Me eres más odioso que ningún otro de los dioses del Olimpo", le soltó un día el todopoderoso Zeus, "Siempre te han gustado las riñas, luchas y peleas"...Ese era Ares. Rebelde, cruel y un chico duro. Un encanto que no pasó desapercibido para Afrodita (Venus), la diosa del deseo y la obsesión sexual, nacida de la espuma de mar que resultó de la castración de los genitales de Urano a manos de Cronos. Afrodita se enamoró perdidamente de Ares.
Ares y Afrodita vivieron una larga historia de pasión y deseo a espaldas de Hefesto (Vulcano), el marido de Afrodita. El matrimonio de Hefesto y Afrodita fue un enlace apañado por Zeus ya que ante la irresitible belleza de la diosa Afrodita y sus irrefrenables pasiones mundanas, Zeus temía -por motivos más que sobrados- que fuera causa de disputas entre dioses de miradas sucias y lascivas.
Para prevenir posibles disputas y riñas pasionales, Zeus tuvo una ocurrente idea. Hábilmente, y en un ejercicio de prudencia y mandonería, la obligó a casarse con el implacable, malhumorado, feo (dicen que al nacer lo echaron del Olimpo por poco agraciado) y poderoso inventor del rayo, el gran Hefesto (Vulcano), dios del fuego y la fragua. Nadie se atrevería a cortejar a Afrodita, ni siquiera a acercarse a ella o mirarla, nadie -pensó Zeus- en su sano juicio divino o humano se enfrentaría al temible Hefesto.
Nadie, salvo Ares, nuestro chico malo, que además era hermanastro de Hefesto. Es una historia recurrente y conocida: marido trabajando todo el día en la fragua para traer el jornal a casa, y llega el bronceado y triunfador soldadito que se pasea triunfal por el Olimpo entre guerra y guerra, y !zas!...
A espaldas del iluso y productivo Hefesto, Ares y Afrodita tuvieron cuatro hijos: Fobos, Deimos, Eros y Harmonía. Hefesto creía a pies juntillas que eran sus hijos, nunca dudó de su mujer ni sospechó nada, hasta aquel día...
Una tarde, Afrodita fue al palacio de Ares y tras una agitada noche quedo dormida con él hasta el amanecer. El dios del sol Helios los descubrío y se lo contó a Hefesto, quien para variar, estaba en su fragua dándole al yunque. Hefesto enfureció y fue a buscar al resto de dioses del Olimpo para pedir venganza, pero antes fabricó en su taller una malla de bronce tan fina que podría inmovilizar a cualquier presa de forma eficaz. Cuando Afrodita regresó a casa, Hefesto le mintió y le dijo que se iba a la isla de Lemnos para visitar a un cliente.
En realidad Hefesto se quedó escondido a pocos metros esperando, y mascando la tragedia. Afrodita, al saber que iba a estar sola en casa llamó enseguida a su amante para indicarle que podían pasar la noche en su propio lecho nupcial sin riesgo alguno. Cuando el ardiente Ares llegó al palacio, se lanzó a la cama donde reposaba Afrodita de un salto e inmediatamente cayó sobre ellos la malla de bronce tejida por Hefesto. Los intentos de escapar de la red por parte de los desnudos amantes fueron infructuosos. Era imposible zafarse de tan perfecto anzuelo. Hefesto llamó inmediatamente a los dioses para enseñarles su captura y los dioses acudieron prestos a ver el espectáculo. No era algo que sucediera todos los días, y merecía la pena verlo en directo.
Hefesto estaba muy furioso e indignado, pero el efecto que consiguió advirtendo en su llamamiento a toda la comunidad de dioses fue toda una sopresa. Ante la imagen de la bella y desnuda Afrodita y el avergonzado Ares, los dioses -entre carcajadas- en vez de apoyar a Hefesto se dedicaron a vitorear y aplaudir a Ares, incluso se ofrecían a cambiarse por él. El laborioso Hefesto estaba a punto de estallar, pero un convincente Poseidón lo tranquilizó y lo persuadió para que los dejara libres. Ares, orgulloso y fortalecido, se encaminó hacia su última guerra y Afrodita sufrió el exilio en la isla de Pafos, hasta que su esposo la perdonara.
El planeta y la estrella que competían en su tonalidad
Los romanos llamaron Marte (Ares) a ese punto luminoso de color rojizo que veían en el firmamento. El rojo, el color de la sangre, el color del dios de la guerra. Mucho más tarde, tras el decubrimiento de sus dos satélites por Asaph Hall en1877, se les bautizó a sus lunas como Fobos y Deimos, miedo y terror, los hijos de Ares (Marte). Marte era un dios muy importante en la cultura romana y de hecho tenía un mes dedicado a él y que aún conservamos: marzo.
El nombre griego de Ares tiene otra referencia en el mundo astronómico. Una estrella roja que a veces se situaba cerca del campo de observación de Marte y que competía en su tonalidad rojiza con él. Nos estamos refiriendo a Antares, del griego anti Ares, que significa "el rival de Ares" o "el contrario a Ares".
En realidad la diferencia de tamaño entre un planeta como Marte y una estrella como Antares es abismal. Podemos hacernos una idea viendo de nuevo este impresionante vídeo:
Curiosa paradoja, porque a simple vista son muy parecidos en el firmamento nocturno. No nos fiemos de las apariencias, porque engañan,...recordad lo que le pasó a nuestro amigo Hefesto :-)
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Referencias:
Wikipedia
Mitología. Todos los mitos y leyendas del mundo. Ed. Círculo de lectores. ISBN:84-672-1262-4.
Imágenes:
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/76/Mars_Hubble.jpg
http://apod.nasa.gov/apod/image/9706/antaresneb_uks_big.jpg
Hijo de Zeus y Hera, Ares (Marte para los romanos) era el dios de la guerra. Violento, feroz, sanguinario e impetuoso, Ares no entendía otro lenguaje que el de la violencia gratuita y extrema para resolver cualquier conflicto. El resto de dioses no lo soportaban, tanta crueldad y muerte estaba mal vista en Olýmpos, y Ares era siempre comparado -más bien agraviado comparativamente- con los elogios a su contrapuesta y perfecta hermanastra: Atenea (Minerva).
Ni siquiera su padre, el gran Zeus podía con él: "Me eres más odioso que ningún otro de los dioses del Olimpo", le soltó un día el todopoderoso Zeus, "Siempre te han gustado las riñas, luchas y peleas"...Ese era Ares. Rebelde, cruel y un chico duro. Un encanto que no pasó desapercibido para Afrodita (Venus), la diosa del deseo y la obsesión sexual, nacida de la espuma de mar que resultó de la castración de los genitales de Urano a manos de Cronos. Afrodita se enamoró perdidamente de Ares.
Ares y Afrodita vivieron una larga historia de pasión y deseo a espaldas de Hefesto (Vulcano), el marido de Afrodita. El matrimonio de Hefesto y Afrodita fue un enlace apañado por Zeus ya que ante la irresitible belleza de la diosa Afrodita y sus irrefrenables pasiones mundanas, Zeus temía -por motivos más que sobrados- que fuera causa de disputas entre dioses de miradas sucias y lascivas.
Para prevenir posibles disputas y riñas pasionales, Zeus tuvo una ocurrente idea. Hábilmente, y en un ejercicio de prudencia y mandonería, la obligó a casarse con el implacable, malhumorado, feo (dicen que al nacer lo echaron del Olimpo por poco agraciado) y poderoso inventor del rayo, el gran Hefesto (Vulcano), dios del fuego y la fragua. Nadie se atrevería a cortejar a Afrodita, ni siquiera a acercarse a ella o mirarla, nadie -pensó Zeus- en su sano juicio divino o humano se enfrentaría al temible Hefesto.
Nadie, salvo Ares, nuestro chico malo, que además era hermanastro de Hefesto. Es una historia recurrente y conocida: marido trabajando todo el día en la fragua para traer el jornal a casa, y llega el bronceado y triunfador soldadito que se pasea triunfal por el Olimpo entre guerra y guerra, y !zas!...
A espaldas del iluso y productivo Hefesto, Ares y Afrodita tuvieron cuatro hijos: Fobos, Deimos, Eros y Harmonía. Hefesto creía a pies juntillas que eran sus hijos, nunca dudó de su mujer ni sospechó nada, hasta aquel día...
Una tarde, Afrodita fue al palacio de Ares y tras una agitada noche quedo dormida con él hasta el amanecer. El dios del sol Helios los descubrío y se lo contó a Hefesto, quien para variar, estaba en su fragua dándole al yunque. Hefesto enfureció y fue a buscar al resto de dioses del Olimpo para pedir venganza, pero antes fabricó en su taller una malla de bronce tan fina que podría inmovilizar a cualquier presa de forma eficaz. Cuando Afrodita regresó a casa, Hefesto le mintió y le dijo que se iba a la isla de Lemnos para visitar a un cliente.
En realidad Hefesto se quedó escondido a pocos metros esperando, y mascando la tragedia. Afrodita, al saber que iba a estar sola en casa llamó enseguida a su amante para indicarle que podían pasar la noche en su propio lecho nupcial sin riesgo alguno. Cuando el ardiente Ares llegó al palacio, se lanzó a la cama donde reposaba Afrodita de un salto e inmediatamente cayó sobre ellos la malla de bronce tejida por Hefesto. Los intentos de escapar de la red por parte de los desnudos amantes fueron infructuosos. Era imposible zafarse de tan perfecto anzuelo. Hefesto llamó inmediatamente a los dioses para enseñarles su captura y los dioses acudieron prestos a ver el espectáculo. No era algo que sucediera todos los días, y merecía la pena verlo en directo.
Hefesto estaba muy furioso e indignado, pero el efecto que consiguió advirtendo en su llamamiento a toda la comunidad de dioses fue toda una sopresa. Ante la imagen de la bella y desnuda Afrodita y el avergonzado Ares, los dioses -entre carcajadas- en vez de apoyar a Hefesto se dedicaron a vitorear y aplaudir a Ares, incluso se ofrecían a cambiarse por él. El laborioso Hefesto estaba a punto de estallar, pero un convincente Poseidón lo tranquilizó y lo persuadió para que los dejara libres. Ares, orgulloso y fortalecido, se encaminó hacia su última guerra y Afrodita sufrió el exilio en la isla de Pafos, hasta que su esposo la perdonara.
El planeta y la estrella que competían en su tonalidad
Los romanos llamaron Marte (Ares) a ese punto luminoso de color rojizo que veían en el firmamento. El rojo, el color de la sangre, el color del dios de la guerra. Mucho más tarde, tras el decubrimiento de sus dos satélites por Asaph Hall en1877, se les bautizó a sus lunas como Fobos y Deimos, miedo y terror, los hijos de Ares (Marte). Marte era un dios muy importante en la cultura romana y de hecho tenía un mes dedicado a él y que aún conservamos: marzo.
El nombre griego de Ares tiene otra referencia en el mundo astronómico. Una estrella roja que a veces se situaba cerca del campo de observación de Marte y que competía en su tonalidad rojiza con él. Nos estamos refiriendo a Antares, del griego anti Ares, que significa "el rival de Ares" o "el contrario a Ares".
En realidad la diferencia de tamaño entre un planeta como Marte y una estrella como Antares es abismal. Podemos hacernos una idea viendo de nuevo este impresionante vídeo:
Curiosa paradoja, porque a simple vista son muy parecidos en el firmamento nocturno. No nos fiemos de las apariencias, porque engañan,...recordad lo que le pasó a nuestro amigo Hefesto :-)
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Referencias:
Wikipedia
Mitología. Todos los mitos y leyendas del mundo. Ed. Círculo de lectores. ISBN:84-672-1262-4.
Imágenes:
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/76/Mars_Hubble.jpg
http://apod.nasa.gov/apod/image/9706/antaresneb_uks_big.jpg
domingo, 26 de diciembre de 2010
Reconexión cerebral
Tras leer este interesante artículo de América Valenzuela, he recordado la Ted Talk en donde el neurocientífico Michael Merzenich nos contaba sus experimentos e investigaciones. Aquí la dejo (está subtitulada al castellano). Creo que es bastante interesante y merece la pena verla de nuevo.
viernes, 24 de diciembre de 2010
El diccionario del diablo define: Navidad
Navidad: día distinguido y consagrado a la glotonería, las borracheras, el sentimentalismo, la recepción de regalos, el aburrimiento público y la vida doméstica.
Fuente: "El Diccionario del diablo". Ambrose Bierce. Ed Galaxia Gutemberg. ISBN: 84-8109-359-9
Imagen: Rob Sheridan
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¡Cómo! ¿Qué no soy religioso? Deberías saber, amigo mío, que todas las Navidades me emborracho.
Claro que soy cristiano, ningún monje piadoso honra al Señor con una borrachera tal._____________________________
Fuente: "El Diccionario del diablo". Ambrose Bierce. Ed Galaxia Gutemberg. ISBN: 84-8109-359-9
Imagen: Rob Sheridan
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jueves, 23 de diciembre de 2010
¿Estudias química? Ya no necesitas memorizar la tabla periódica.
martes, 21 de diciembre de 2010
La influencia de la mitología en la ciencia (4ª Parte): Mercurio
El veloz mensajero de los dioses
La figura de Mercurio se caracteriza por su particular indumentaria: sombrero y sandalias aladas, bolsa para el dinero y el inconfundible caduceo, una vara con dos serpientes entrelazadas característica de los heraldos de los dioses. Mercurio casi siempre iba acompañado de una cabra (símbolo de la fertilidad), un gallo (el heraldo que anuncia un nuevo día) y una tortuga (en alusión a la lira). Se ignora cómo tan variada e inquietante compañía podía seguir su ritmo de trabajo, porque Mercurio era muy, pero que muy veloz...
El planeta más rápido, el metal que corre y el niño con azogue
¿Cuál es el planeta que se mueve más rápido respecto al sol? Evidentemente el más cercano, y ese es Mercurio. No es de extrañar que recibiera por tanto ese nombre asociándolo con el dios alado. Parece ser que en la Grecia antigua se generó una confusión respecto a este astro y lo llamaban de dos formas distintas, creyendo que eran dos cuerpos celestes diferentes: Apolo a primera hora de la mañana y Hermes (Mercurio) cuando era visible al anochecer. Fue el genial matemático Pitágoras quien propuso que no eran dos planetas sino sólo uno. Prevaleció el raudo Hermes (Mercurio).
Sobre Mercurio podemos decir que es el planeta más pequeño de nuestro sistema solar, carece de satélites, y es el más próximo al Sol. Describe en 88 días terrestres una órbita cuyo plano forma un ángulo de 7º con la eclíptica. Posee una atmósfera poco densa y una temperatura en su superficie que oscila entre 350ºC y -170ºC.
Mercurio comparte con la tierra la característica de ser un planeta rocoso (70% elementos metálicos y 30% silicatos). Su densidad es de unas 5,5 t/m3, algo más pequeña que la densidad de la Tierra. Una curiosidad sumamente interesante, por no decir lírica, respecto a este planeta, es que si pudiéramos permanecer sobre la superficie de Mercurio, soportando su atmósfera y sus temperaturas extremas, seríamos capaces de presenciar un hecho absolutamente insólito: un amanecer doble. Veríamos como el Sol sale (un Sol inmenso, por cierto), se detendría un instante, se ocultaría nuevamente por donde salió y posteriormente nos maravillaríamos de ver un nuevo amanecer y el Sol seguiría su recorrido por el cielo. No estaría mal presenciar este espectáculo. Esperaremos, porque es uno de los candidatos para una futura colonización.:-)
Si los antiguos atribuyeron las propiedades de velocidad de su dios Mercurio a este planeta, no es de extrañar que esas atribuciones se hicieran extensivas a la metalúrgia y elementos metálicos conocidos. Así, el hierro (materia prima de las espadas y lanzas) fue asociado con el dios de la guerra Marte, el plomo (ese metal pesado y de tonalidad mate) a Saturno, el estaño a Júpiter y a ese metal líquido que se desplazaba con vivacidad y alegría...mercurio (o azogue).
Poco más voy a decir sobre el mercurio como metal, salvo que nunca juegues con él, y que fue la causa de que el sombrerero de "Alicia en el País de las Maravillas" estuviera algo majareta.
En un principio al mercurio como metal se le denominaba también con el término azogue, y de ahí esa tan popular expresión de "Este niño tiene azogue" referida a una supuesta hiperactividad infantil.
Referencias:
Wikipedia
http://history.nasa.gov/SP-424/ch1.htm
Imágenes:
http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Mercurius.jpg
http://www.jpl.nasa.gov/images/mercury/mercury-nsf.jpg
lunes, 20 de diciembre de 2010
Han pasado ya 14 años, tal día como hoy...
Y ésta fue su última entrevista. Lo siento, está subtitulada en portugués, pero se entiende bien. :-)
Un saludo, maestro.
jueves, 16 de diciembre de 2010
¿Quién fue (o es) el químico más importante de la Historia?
Los habituales de este blog recordarán que hace unos meses lancé la siguiente pregunta ¿Quién fue (o es) el segundo físico más importante de la historia?.
De la que surgieron algunas conclusiones en esta otra entrada: El segundo físico más importante de la historia. Resultados
Pues ahora toca mojarse con el mejor químico de la historia. En esta ocasión no tenemos la imposición de Asimov, que ya expliqué en su día, y podemos elegir a un ganador.
Como siempre, empiezo yo. Por poner en orden a los elementos químicos, pero sobre todo y más importante aún, por dejar huecos para los que vinieran detrás, propongo como mejor químico de la historia a Dmitri Mendeléyev.
Linus, perdóname. ;-)
PD.- El sistema peryódico (pulsa en la imagen para ampliarlo) es posterior a Dmitri, y un clásico de las facultades de ciencias.
martes, 14 de diciembre de 2010
Nisekagaku wo 10-bai tanoshimu hon
Si quieres saber de qué va hoy esta entrada con ese título tan aparentemente extraño -salvo que sepas japonés-, tendrás que seguir leyendo...
Hoy toca copia-pega salvaje. El siguiente texto, y que reproduzco a continuación, es una traducción del epílogo final del libro Nisekagaku wo 10-bai tanoshimu hon (El libro para pasárselo bomba con las pseudociencias) del autor japonés Hiroshi Yamamoto.
¿Traducción? Os preguntaréis quién ha hecho ese trabajo tan perfecto. Parece que el mismísimo Yamamoto domina la lengua de Cervantes como el que más. Pues no, es una traducción del japonés hecha por el insigne Jesús Espí, creador del blog Entomoblog (ganador del premio Research Blogging Awards 2010), un químico especializado en Bioquímica (mira, como uno que yo me sé ;-)), gran aficionado a la entomología y ex-residente del Imperio del Sol Naciente y actualmente ejerciendo profesionalmente en nuestro país como traductor de español-japonés.
El libro de Yamamoto, según cuenta Jesús en el mail que nos ha remitido a los colaboradores de Amazings es "un libro en el que Hiroshi Yamamoto se dedica a desmontar algunas pseudociencias. Está escrito como si fuera un diálogo entre personajes (el padre, escritor, la madre, ama de casa, y su hija Yûho, estudiante de secundaria), lo que hace que sea bastante fácil de entender."
Sin más rodeos os dejo con este genial epílogo. Que lo difrutes. Y muchas gracias, Jesús. :-)
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Hoy toca copia-pega salvaje. El siguiente texto, y que reproduzco a continuación, es una traducción del epílogo final del libro Nisekagaku wo 10-bai tanoshimu hon (El libro para pasárselo bomba con las pseudociencias) del autor japonés Hiroshi Yamamoto.
¿Traducción? Os preguntaréis quién ha hecho ese trabajo tan perfecto. Parece que el mismísimo Yamamoto domina la lengua de Cervantes como el que más. Pues no, es una traducción del japonés hecha por el insigne Jesús Espí, creador del blog Entomoblog (ganador del premio Research Blogging Awards 2010), un químico especializado en Bioquímica (mira, como uno que yo me sé ;-)), gran aficionado a la entomología y ex-residente del Imperio del Sol Naciente y actualmente ejerciendo profesionalmente en nuestro país como traductor de español-japonés.
El libro de Yamamoto, según cuenta Jesús en el mail que nos ha remitido a los colaboradores de Amazings es "un libro en el que Hiroshi Yamamoto se dedica a desmontar algunas pseudociencias. Está escrito como si fuera un diálogo entre personajes (el padre, escritor, la madre, ama de casa, y su hija Yûho, estudiante de secundaria), lo que hace que sea bastante fácil de entender."
Sin más rodeos os dejo con este genial epílogo. Que lo difrutes. Y muchas gracias, Jesús. :-)
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Epílogo. Cultiva el pensamiento crítico
Yūho: Al final, ¿qué podemos hacer para no dejarnos engañar por las pseudociencias?
Padre: Ante todo, «mantener siempre presente la duda». No debes creer a la ligera todo lo que diga la televisión o veas escrito en libros o en internet.
Por otra parte, también debes sospechar cuando oigas cosas como «lo creo porque lo dice algún famoso» o «lo creo porque todos piensan así». Como has visto, lo que creen los famosos y mucha gente son, en realidad, pseudociencias.
Yūho: Ya, pero «duda» es una palabra que tiene una imagen negativa, ¿no?
Padre: No necesariamente. Ya has visto que las pseudociencias suelen ser peligrosas, difamatorias y sirven para sacar dinero. Y en los peores casos, incluso pueden provocar la muerte. Tomar precauciones para no caer en ellas es lo más correcto como persona.
Por supuesto, tampoco es cuestión de dudar sistemáticamente de todo. No hace falta dudar de una conversación normal. Pero cuando te encuentres con alguna historia jugosa, de miedo, que desconozcas o contraria al sentido común, lo primero que tienes que hacer es comprobar su veracidad.
Diez consejos para no dejarse embaucar por las pseudociencias:
- Comprobar la procedencia de la historia.
- Investigar quién lo ha dicho.
- Fijarse en la terminología.
- Echar un vistazo a las críticas.
- Fijarse en las cifras.
- Pensar con lógica.
- Hacer experimentos.
- Dudar sobre lo que se está viendo.
- No confundir el deseo con la realidad.
- Aprender el conocimiento científico correcto.
Padre: Si tienes cuidado en estos puntos, creo que reducirás las posibilidades de que te engañen.
1. Comprobar la procedencia de la historia
Padre: En primer lugar, hay que comprobar la veracidad de la historia. Es muy posible que, en realidad, sea pura invención como pasó con el «Cinturón de fotones» o el «Efecto del centésimo mono».
Yūho: Y todavía hay gente que engaña a los demás con mentiras, como los teóricos de la conspiración del 11 de septiembre, ¿verdad?
2. Investigar quién lo ha dicho
Padre: También es importante saber quién fue el primero que habló del tema. Evidentemente, personas que no son científicos y que hablan de temas que trastocan la ciencia actual –el «mensaje del agua», las teorías de la conspiración sobre el Apolo, la oposición a la teoría de la relatividad o la existencia del móvil perpetuo– están equivocadas desde el punto de vista científico. No debes confiar en ellas.
Yūho: Pero también hay científicos que han propuesto pseudociencias, ¿no?
Padre: En esos casos, tienes que comprobar su especialidad. Un científico fuera de su campo de estudio no deja de ser un aficionado. Es preferible no tomar en serio a un físico si habla de geología o a un médico si habla de física.
Por supuesto, también es importante comprobar si las teorías de esas personas tienen aceptación dentro del ámbito científico. Si la comunidad científica todavía no ha aceptado lo que proclaman uno o varios científicos, es muy posible que estén equivocados.
3. Fijarse en la terminología
Padre: Las pseudociencias suelen usar estos términos con bastante frecuencia: «ondas», «dimensiones superiores», «ondas escalares», «iones negativos», «agregados de agua». Si las oyes, es muy posible que se trate de alguna pseudociencia.
Yūho: También hay gente que no sabe lo que son y usa con un significado equivocado términos como «onda electromagnética», «fotón» o «ión», ¿verdad?
4. Echar un vistazo a las críticas
Padre: Si se trata de una pseudociencia, seguro que alguien la está criticando. Lee, compara y reflexiona sobre qué opinión es la acertada.
Yūho: Pero es muy difícil juzgar quién tiene razón cuando no se está muy puesta en ciencia.
Padre: Uno de los métodos para descubrir que se trata de una pseudociencia es si responde o no a las críticas. La ciencia auténtica corrige sus errores. Los autores de Lo que no hay que comprar o los teóricos de la conspiración del 11 de septiembre no escuchan las críticas y se mantienen en sus trece, repitiendo siempre la misma cantinela; si les señalas sus errores y no los corrigen, se trata de pseudociencia con toda seguridad.
5. Fijarse en las cifras
Padre: En las pseudociencias suelen aparecer multitud de cifras. Si son accesibles, trata de hacer cálculos.
Yūho: Cierto. Cuando hablamos de la cantidad de plaguicidas que quedaban en los productos alimenticios e hice los cálculos, me di cuenta de los ridículos que eran los resultados.
6. Pensar con lógica
Yūho: ¡Ah! ¡Esto también lo sé! Por ejemplo, las teorías de la conspiración sobre el Apolo y el 11 de septiembre no tienen por dónde cogerse: si la bandera se movía, podían haberla considerado como una toma falsa, ¿no? o ¿qué sentido tenía lanzar un misil contra el Pentágono?
Padre: También hay muchos que sostienen que lo de la energía libre es una conspiración. Dicen que si aún no se le ha dado una utilidad práctica es porque las empresas petrolíferas y los fabricantes de coches lo están impidiendo.
Yūho: ¿Cómo es que aún no ha salido a la luz una conspiración tan grande? Además, ahora los fabricantes de coches han empezado a sacar modelos que ahorran energía. Si de verdad pudieran hacerse coches que funcionan sin gasolina, ¿no serían las primeras en investigarlo activamente?
Padre: Cierto.
7. Hacer experimentos
Padre: Aunque sea imposible hacer experimentos caros o que requieran instalaciones caras, hay experimentos sencillos que se pueden hacer en casa.
Yūho: ¿Por ejemplo?
Padre: Los que hicimos en su día sobre eliminar las nubes o derribar a gente con el quigong. (Ver El libro para pasárselo bomba con los programas de ocultismo.)
Yūho: ¡Ah! ¡Es verdad! Esos no cuestan nada.
8. Dudar sobre lo que se está viendo
Padre: Los que creen en las nubes sísmicas piensan que han visto una nube extraña cuando en realidad no es más que el rastro dejado por un avión. Los teóricos de la conspiración del Apolo no se creen que el pequeño módulo de ascenso pudiera dejar la luna cuando ven las imágenes del despegue y los del 11 de septiembre creen que el desplome de las torres del World Trace Center parece la demolición con explosivos de un edificio. Ambos casos tienen una explicación científica aunque no lo parezca. Juzgan basándose en sus propias impresiones subjetivas.
Yūho: El ilusionismo es algo parecido; muchos trucos engañan a la vista.
Padre: Por eso mismo no hay que fiarse de la subjetividad. Las cosas no tienen por qué pasar necesariamente como uno las ve.
9. No confundir el deseo con la realidad
Padre: La gente que se creyó el libro Los peligros del cerebro de videojuego quiere que los videojuegos sean peligrosos. Los partidarios del creacionismo no desean bajo ningún concepto que el ser humano descienda del mono. Pero una cosa es el deseo y otra muy diferente es la realidad.
Yūho: Eso es porque la realidad nunca suele ser como uno desea. Por ejemplo, nunca se sacan buenas notas en los exámenes, nunca es suficiente el dinero de la paga... (risa)
Padre: Las pseudociencias abusan de las aspiraciones de la gente. Deseos como estar sano, adelgazar, ganar dinero, conocer el carácter de los demás...
Yūho: Sí, hay muchos.
Padre: Por eso hay que saber distinguir claramente entre el deseo y la realidad. Cualquier historia que hable de concederte los deseos es, en principio, sospechosa.
10. Aprender el conocimiento científico correcto
Padre: Al final, creo que todo se reduce a esto. Adquirir el conocimiento científico correcto minimiza el riesgo de caer en las garras de la pseudociencia. Con los conocimientos de ciencia de secundaria se pueden rebatir bastantes.
Yūho: Eso significa que tengo que hincar los codos con las ciencias, ¿no?
Padre: No basta sólo con estudiar. No debes olvidar de adulto lo que has aprendido.
La mayoría de la gente embaucada por las pseudociencias tiene el bachillerato y estudios universitarios. Lo que pasa es que muchos han olvidado lo que aprendieron. Da igual que saques buenas notas en los exámenes; de nada te sirve estudiar si no aplicas esos conocimientos en la vida real.
Yūho: Ya veo. La ciencia es útil en la vida, ¿verdad? ¡No debo olvidarlo!
lunes, 13 de diciembre de 2010
El diccionario del diablo define: Amigo
Amigo: investigador en el portaobjetos de cuyo microscopio vivimos, nos movemos y somos.
Fuente: "El Diccionario del diablo". Ambrose Bierce. Ed Galaxia Gutemberg. ISBN: 84-8109-359-9
Imagen: Dosis diarias (Alberto Montt)
viernes, 10 de diciembre de 2010
¿Fue James Clerk Maxwell lo que calificaríamos ahora como un "nerd"?
Que conste, y lo digo al principio de este artículo, que no me gustan nada ciertos estereotipos; los veo como injustos, crueles, la mayoría de las veces y siempre innecesarios, y creo que son fruto de mentes miserables que anteponen la asociación fácil al esfuerzo de empatizar o pensar, aunque sea sólo mínimamente, en lo que están diciendo o a quién están señalando. No soy una persona a la que le guste prejuzgar o etiquetar, al menos suelo hacer el esfuerzo de intentarlo, y la experiencia me ha confirmado que casi siempre las primeras impresiones son precisamente eso, las primeras, luego vienen las demás. De hecho, uno de mis lemas preferidos, que a veces me repito en plan mantra, es una famosa cita de Soren Kierkegaard que dice así: "Si me etiquetas, me niegas". También suelo hacer caso al subtítulo de este blog y tomar cierta perspectiva de las cosas y de las situaciones.
Hay un tipo de esterotipo, en el ámbito de la ciencia, que nos muestra a los científicos como unos locos despistados, con gafas de culo de vaso, inadaptados sociales, nulos deportistas, que no se comen un rosco ni en Reyes y que visten como si estuvieran amortajados. Lo que se conoce popularmente como nerd, un término anglosajón surgido en los años 70 y que podríamos traducir como empollón, cerebrito o también como bicho raro. Hay muchos ejemplos: Jerry Lewis en "El profesor chiflado", Flippy del programa El Hormiguero, Sheldon Cooper de la exitosa y divertida serie "The Big Bang Theory". Serán divertidos -no en el segundo de los casos que he citado- pero a mi juicio causan más daño que beneficio.
Pensemos un momento en científicos o divulgadores reales...¿Quién nos viene a la mente?..., bueno sí, Einstein quizá vistiera siempre igual o mostrara un look digamos peculiar, pero por cada uno que buscáramos como pieza que encaje dentro del estereotipo seguro que seríamos capaces de contrarrestar con otro totalmente opuesto. Si me preguntas por Einstein y su look, contrarestaría, por ejemplo con el elegante Richard Feynman. Si pensamos en algún científico misógino -no diré nombres- pues la mejor réplica conocida es un todo un figura como Erwin Schrödinger, de quién se dice que era un mujeriego empedernido, tuvo dos esposas y varias amantes a la vez... Y si hablamos de inadaptación social y nos viene a la cabeza, por ejemplo, Isaac Newton, quién mejor que Bertrand Russell o Linus Pauling como ejemplos de todo lo contrario. Podríamos estar todo el día dando nombres. Y seguir con otros muchos ejemplos más cercanos a nosotros: conocidos en la universidad o centros de investigación, etc.
El gran Carl Sagan, otro ejemplo de que el esterotipo nerd no es para nada real, trató este tema en el capítulo 23 de su maravilloso libro El mundo y sus demonios. Y lo hizo para introducirnos en la figura de uno de los físicos más importantes de la historia: James Clerk Mawell.
No cabe duda alguna de que el escocés James C. Maxwell fue una de las mentes más lúcidas de la física que hayan existido. Sus logros en electrodinámica y en la teoría cinética de los gases marcaron un punto de inflexión en la historia de la ciencia. En su conocida obra publicada en 1865 "A Dynamical Theory of the Electromagnetic Field" desarrolló su revolucionaria teoría general de los campos electromagnéticos unificando el electromagnetismo con la óptica. Pero Maxwell fue más allá e incluso realizó importantes avances en astronomía, demostrando la naturaleza de los anillos de Saturno o refutando la teoría nebular sobre la formación del sistema solar. Un genio indiscutible, pero dicen sus biógrafos que algo "rarito".
Maxwell procedía de los Clerk, una tradicional familia de la aristocracia escocesa, un linaje que remontaba su influencia en la sociedad británica desde hacía más de dos siglos. La trayectoria educativa de Maxwell comienza en Glenlair (la hacienda de su padre) de donde pasó a la Academia de Edimburgo y posteriormente a la Universidad de esa ciudad. Maxwell brillaba por poseer una cultura renacentista, destacando especialmente en ciencias y en matemáticas. A la edad de catorce años publicó su primer ensayo matemático, un método para dibujar curvas ovaladas con ecuaciones de grado superior a las de las elipses, utilizando lápiz, cuerda y dos alfileres.
El joven Maxwell era irónico, poco dado a la risa fácil, y solía expresarse en público empleando hipérboles. No ocultaba su acento provinciano y no era alguien preocupado por vestir a la moda, de hecho vestía buscando la comodidad y no se preocupaba de su aspecto. En la escuela le llamaban "Dafty", un término coloquial que deriva de daft, chiflado o loco en inglés. Es conocida su autoría de un estudio que pretendía resolver la siguiente cuestión: "¿Por qué un gato siempre cae de pie, incluso cuando se le da la vuelta y se suelta desde una altura de dos pulgadas?". He intentado encontrar ese peculiar estudio, pero no lo he conseguido, al menos no está accesible en internet. Lo que está claro es que Maxwell era una mente excepcional y no se preocupaba más que de su pasión: la ciencia y el conocimiento, descuidando otros aspectos de su vida.
Como señala Sagan en El mundo y sus demonios:
Así era Maxwell, sin duda un gran personaje de la física, al que siempre recordaremos por sus elegantes ecuaciones...
Si tienes una camiseta como ésta (o te gustaría tenerla) ...por favor, haz que te lo miren. Es grave.
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/a/ac/YoungJamesClerkMaxwell.jpg
NOTA: Esta entrada es la contribución de EPAP a la XIV edición del Carnaval de la Física, que en esta ocasión organiza el blog Las Historias Eulerianas, un espacio creado por Eulez, el amigo nerd (físico, dibujante, ciclista, ...) y uno de los perpetradores de la revista Quanto. Cachis, he vuelto a estereotipar a alguien :-P
Hay un tipo de esterotipo, en el ámbito de la ciencia, que nos muestra a los científicos como unos locos despistados, con gafas de culo de vaso, inadaptados sociales, nulos deportistas, que no se comen un rosco ni en Reyes y que visten como si estuvieran amortajados. Lo que se conoce popularmente como nerd, un término anglosajón surgido en los años 70 y que podríamos traducir como empollón, cerebrito o también como bicho raro. Hay muchos ejemplos: Jerry Lewis en "El profesor chiflado", Flippy del programa El Hormiguero, Sheldon Cooper de la exitosa y divertida serie "The Big Bang Theory". Serán divertidos -no en el segundo de los casos que he citado- pero a mi juicio causan más daño que beneficio.
Pensemos un momento en científicos o divulgadores reales...¿Quién nos viene a la mente?..., bueno sí, Einstein quizá vistiera siempre igual o mostrara un look digamos peculiar, pero por cada uno que buscáramos como pieza que encaje dentro del estereotipo seguro que seríamos capaces de contrarrestar con otro totalmente opuesto. Si me preguntas por Einstein y su look, contrarestaría, por ejemplo con el elegante Richard Feynman. Si pensamos en algún científico misógino -no diré nombres- pues la mejor réplica conocida es un todo un figura como Erwin Schrödinger, de quién se dice que era un mujeriego empedernido, tuvo dos esposas y varias amantes a la vez... Y si hablamos de inadaptación social y nos viene a la cabeza, por ejemplo, Isaac Newton, quién mejor que Bertrand Russell o Linus Pauling como ejemplos de todo lo contrario. Podríamos estar todo el día dando nombres. Y seguir con otros muchos ejemplos más cercanos a nosotros: conocidos en la universidad o centros de investigación, etc.
El gran Carl Sagan, otro ejemplo de que el esterotipo nerd no es para nada real, trató este tema en el capítulo 23 de su maravilloso libro El mundo y sus demonios. Y lo hizo para introducirnos en la figura de uno de los físicos más importantes de la historia: James Clerk Mawell.
No cabe duda alguna de que el escocés James C. Maxwell fue una de las mentes más lúcidas de la física que hayan existido. Sus logros en electrodinámica y en la teoría cinética de los gases marcaron un punto de inflexión en la historia de la ciencia. En su conocida obra publicada en 1865 "A Dynamical Theory of the Electromagnetic Field" desarrolló su revolucionaria teoría general de los campos electromagnéticos unificando el electromagnetismo con la óptica. Pero Maxwell fue más allá e incluso realizó importantes avances en astronomía, demostrando la naturaleza de los anillos de Saturno o refutando la teoría nebular sobre la formación del sistema solar. Un genio indiscutible, pero dicen sus biógrafos que algo "rarito".
Maxwell procedía de los Clerk, una tradicional familia de la aristocracia escocesa, un linaje que remontaba su influencia en la sociedad británica desde hacía más de dos siglos. La trayectoria educativa de Maxwell comienza en Glenlair (la hacienda de su padre) de donde pasó a la Academia de Edimburgo y posteriormente a la Universidad de esa ciudad. Maxwell brillaba por poseer una cultura renacentista, destacando especialmente en ciencias y en matemáticas. A la edad de catorce años publicó su primer ensayo matemático, un método para dibujar curvas ovaladas con ecuaciones de grado superior a las de las elipses, utilizando lápiz, cuerda y dos alfileres.
El joven Maxwell era irónico, poco dado a la risa fácil, y solía expresarse en público empleando hipérboles. No ocultaba su acento provinciano y no era alguien preocupado por vestir a la moda, de hecho vestía buscando la comodidad y no se preocupaba de su aspecto. En la escuela le llamaban "Dafty", un término coloquial que deriva de daft, chiflado o loco en inglés. Es conocida su autoría de un estudio que pretendía resolver la siguiente cuestión: "¿Por qué un gato siempre cae de pie, incluso cuando se le da la vuelta y se suelta desde una altura de dos pulgadas?". He intentado encontrar ese peculiar estudio, pero no lo he conseguido, al menos no está accesible en internet. Lo que está claro es que Maxwell era una mente excepcional y no se preocupaba más que de su pasión: la ciencia y el conocimiento, descuidando otros aspectos de su vida.
Como señala Sagan en El mundo y sus demonios:
"Muchos años después, en 1872, en su conferencia inaugural como profesor de física experimental de la Universidad de Cambridge, aludió al estereotipo de científico nerd «bicho raro»:
No hace tanto tiempo que se consideraba necesariamente al hombre que se dedicaba a la geometría, o a cualquier ciencia que requiriese una dedicación continua, como un misántropo que ha tenido que abandonar todos los intereses humanos para entregarse a abstracciones tan alejadas del mundo de la vida y la acción que se ha vuelto insensible a las atracciones del placer y a las exigencias de la obligación.
Toda una declaración de intenciones y un duro golpe al estereotipo.Sospecho que «no hace tanto tiempo» era la manera de Maxwell de recordar las experiencias de su juventud. A continuación decía:En el día de hoy no se contempla a los científicos con el mismo temor respetuoso o la misma sospecha. Se considera que están de acuerdo con el espíritu material de la época y que forman una especie de partido radical avanzado entre los hombres cultos.
Así era Maxwell, sin duda un gran personaje de la física, al que siempre recordaremos por sus elegantes ecuaciones...
Si tienes una camiseta como ésta (o te gustaría tenerla) ...por favor, haz que te lo miren. Es grave.
Referencias:
El Mundo y sus demonios. Carl Sagan
http://www.uncachodeciencia.org/wp-content/uploads/jcmaxwell.pdfEl Mundo y sus demonios. Carl Sagan
Imágenes:
http://www.nytimes.com/imagepages/2004/10/12/movies/12dvd.ready.htmlhttp://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/a/ac/YoungJamesClerkMaxwell.jpg
NOTA: Esta entrada es la contribución de EPAP a la XIV edición del Carnaval de la Física, que en esta ocasión organiza el blog Las Historias Eulerianas, un espacio creado por Eulez, el amigo nerd (físico, dibujante, ciclista, ...) y uno de los perpetradores de la revista Quanto. Cachis, he vuelto a estereotipar a alguien :-P
martes, 7 de diciembre de 2010
Todas las galaxias conocidas en un minuto y medio
Vía Amazings.es (@Irreductible) he conocido esta maravilla de vídeo, en donde en apenas un minuto y medio podemos dar un vertiginoso paseo en 3D por todas las galaxias que conocemos en la actualidad.
Enlace original: aquí
Enlace original: aquí
sábado, 4 de diciembre de 2010
¿Por qué las reinas son distintas de las plebeyas?
Me estoy refiriendo a las abejas. :-)
Francis (th) Emule Science News, compañero colaborador de Amazings.es y autor de uno de los blogs más interesantes sobre ciencia de los que circulan la red, nos dejó ayer un excelente artículo sobre la abeja obrera y abeja reina en relación a su diferencia epigenética.
El término epigenética (del griego epi, en o sobre, y -genética) ha evolucionado para incluir en su definición a cualquier proceso que altere la actividad de los genes sin cambiar la secuencia del ADN y que conduce a modificaciones que incluso pueden transmitirse a células hijas (algunos experimentos muestran que los cambios epigenéticos pueden ser incluso reversibles).
En el caso de las abejas, el artículo The Honey Bee Epigenomes: Differential Methylation of Brain DNA in Queens and Workers publicado por PLoS Biology el mes pasdo nos sugiere que la diferencia -por ejemplo, en la capacidad de reproducción- entre la abeja reina y la abeja obrera (ambas con idéntico genoma) es de de tipo epigenético. 550 genes en el genoma de las abejas obreras están metilados, lo que afecta a la expresión génica (transcripción ADN -->ARN) de dichos genes. Al menos es la apuesta de los autores como causa de la diferenciación entre ambas. Esperaremos.
_____________________________Si alguien quiere profundizar sobre el futuro y las implicaciones de la epigenética, dejo a continuación un vídeo de Redes -que por cierto, me encantó- en donde superPunset entrevista a Manel Esteller, un referente sobre esta disciplina que trabaja en nuestro país. Imprescindible.
Más información:
http://francisthemulenews.wordpress.com/2010/12/03/la-diferencia-epigenetica-entre-una-abeja-y-una-abeja-reina/http://francisthemulenews.wordpress.com/2010/12/03/la-diferencia-epigenetica-entre-una-abeja-y-una-abeja-reina/
Imagen de la reina:
http://www.sodahead.com/fun/the-royal-queen-bee-is-fast-approacing-5000-raves/blog-62325/?page=7
miércoles, 1 de diciembre de 2010
El cubata fluorescente
Una de las secciones con más "éxito" de este blog es la que bauticé -acertada o desgraciadamente- como Curio-Tox, una sección que recoge diversas curiosidades relacionadas con algunos agentes químicos de especial o relevante toxicidad. Lo de "éxito" lo entrecomillo claramente ya que como siempre digo, y bien sabéis e insisto, EPAP es un blog sin más aspiraciones que el uso y disfrute personal del que lo escribe. Sin más. No hay beneficio económico o de algún otro tipo de por medio -ni lo busco-, salvo dejar un pequeño referente o legado a "los que vienen detrás". Y sinceramente, para mí el mejor logro en el momento presente es que alguien lea lo que escribo, y si encima le gusta, mejor que mejor.
Gracias a todos los que habéis pasado por el blog, y en particular a los que han comentado en alguna ocasión algún post. Si os conociera en persona os invitaría a un gin tonic, o a una tónica con limón (para los abstemios) pero se quedará en una invitación virtual...salvo para los conocidos que me lo pidan, claro.
¿Y por qué un gin tonic o mejor aún una refrescante tónica? Pues porque va a ser nuestro protagonista de hoy, no precisamente por la acción del alcohol como tóxico -me lo reservo para otro día- sino por la presencia de la quinina en su composición. Todos hemos leído en las etiquetas de las botellas, botellines o latas de tónica aquello de "Contiene quinina". Pero ¿Qué es la quinina?
La quinina (también llamada chinchona) es un alcaloide extraído de la corteza del árbol de la quina o quino o más correctamente Cinchona pubescens, un árbol bastante frecuente normalmente en países de clima tropical. Se ha venido utilizado durante muchos años como un agente para combatir la malaria.
Aunque no cura la enfermedad, era un tratamiento sintomático bastante efectivo que aplacaba los terrible escalofríos y fiebres producidos por la malaria.
La quinina es tóxica, aunque a las dosis en las que se añade a la tónica como aroma (máximo 80 ppm) no presenta aparentemente ningún problema. Tranquilidad absoluta para los amantes del gin tonic, antes caerás tumbado que intoxicado por quinina. Y respecto a los que toman su tónica con su limoncito a secas... ¿Cuántos litros de esta amarga bebida eres capaz de ingerir? Tampoco es fácil abusar de ella.
Pero sí, las intoxicaciones con quinina existen y se producen con frecuencia en el ámbito de un uso -no autorizado, por supuesto- como abortivo. Se conocen sus efectos a través de la "sabiduría popular" y se han descrito casos de embarazadas que han recurrido a la ingesta de grandes dosis de quinina con el fin de inducir un aborto. La qunina atraviesa la barrera placentaria y se estima que su absorción por vía digestiva representa un 90% de la dosis ingerida. La acción tóxica la ejerce sobre todos los grupos musculares del cuerpo, en los que reduce considerablemente la respuesta convulsiva, la excitabilidad de la placa neuromuscular y la distribución de calcio en el músculo. Tiene otros efectos de tipo cardíaco, llegando a producir un bloqueo aurículoventricular, y también un efecto de hipoglucemia sintomática. El tratamiento de las intoxicaciones por quinina es similar al empleado en otros alcaloides, uso de neutralizantes (tanino y lugol), tratamiento antagonista, lavado gástrico, etc.
A estas alturas, y aburrido de tantos efectos, al fin y al cabo no es una intoxicación muy frecuente, te estarás preguntando por el título del post de hoy. ¿Cubata fluorescente? Pues sí.
Pregunta: ¿Alguna vez, en algún garito de esos tan cutres que se caracterizan por tener una iluminación fluorescente -normalmente de luz ultravioleta- has observado este efecto visual tan curioso?
Seguro que muchas veces.
Una peculiar característica de la quinina es que es un compuesto muy fluorescente, especialmente en disoluciones ácidas o ligeramente ácidas, como puede ser la tónica.
La fluorescencia es una fotoluminiscencia que se extingue al cesar la radiación que la provoca, al contrario que la fosforecencia en donde la fotoluminiscencia permanece algún tiempo.
Es lo que observamos si sometemos a nuestro cubata de gin tonic o a nuestra tónica (que contiene unas 50 ppm de quinina) a la acción de la luz ultravioleta. En nuestro caso la quinina disuelta emite luz visible al absorber radiación de una longitud de onda menor (ultravioleta). La diferencia entre la energía que se absorbe -del fotón ultravioleta- y la emitida -del fotón visible- se disipa en forma de calor. Si el proceso es rápido hablamos de fluorescencia y si es lento de fosforescencia.
En resumen, la quinina (contenida en nuestro cubata o en la tónica) absorbe la luz ultravioleta y emite una luz azulada que es esa luz tan característica que vemos.
Esa intensidad de emisión de fluorescencia observable en la disolución es directamente proporcional a la concentración de quinina, siempre y cuando mantengamos constantes factores como la intensidad de la fuente de excitación, por ejemplo.
--------
Para los que aún estáis en activo y os tomáis los cubatas en los bares o discotecas o donde se tomen ahora, si hay luz ultravioleta de por medio, ya tenéis un buen tema de conversación; o bueno, quién sabe, se puede usar un poco de ciencia para ligar. Yo no lo aconsejo, la verdad... Te arriesgas a que tu presa huya despavorid@. Yo lo haría. :-)
Más información:
http://toxnet.nlm.nih.gov/
http://www.nutricion.org/publicaciones/revistas/NutrClinDietHosp08%2828%292_20_25.pdf
Libro: "Medicina Legal y Toxicología Forense". Gisbert Calabuich. Editorial Masson 7ª edición
Imágenes:
http://en.wikipedia.org/wiki/File:Quinine-2D-skeletal.png
http://www.instructables.com/id/Fluorescing-gin-tonic/
http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Tonic_water_uv.jpg
Gracias a todos los que habéis pasado por el blog, y en particular a los que han comentado en alguna ocasión algún post. Si os conociera en persona os invitaría a un gin tonic, o a una tónica con limón (para los abstemios) pero se quedará en una invitación virtual...salvo para los conocidos que me lo pidan, claro.
¿Y por qué un gin tonic o mejor aún una refrescante tónica? Pues porque va a ser nuestro protagonista de hoy, no precisamente por la acción del alcohol como tóxico -me lo reservo para otro día- sino por la presencia de la quinina en su composición. Todos hemos leído en las etiquetas de las botellas, botellines o latas de tónica aquello de "Contiene quinina". Pero ¿Qué es la quinina?
La quinina (también llamada chinchona) es un alcaloide extraído de la corteza del árbol de la quina o quino o más correctamente Cinchona pubescens, un árbol bastante frecuente normalmente en países de clima tropical. Se ha venido utilizado durante muchos años como un agente para combatir la malaria.
Aunque no cura la enfermedad, era un tratamiento sintomático bastante efectivo que aplacaba los terrible escalofríos y fiebres producidos por la malaria.
La quinina es tóxica, aunque a las dosis en las que se añade a la tónica como aroma (máximo 80 ppm) no presenta aparentemente ningún problema. Tranquilidad absoluta para los amantes del gin tonic, antes caerás tumbado que intoxicado por quinina. Y respecto a los que toman su tónica con su limoncito a secas... ¿Cuántos litros de esta amarga bebida eres capaz de ingerir? Tampoco es fácil abusar de ella.
Pero sí, las intoxicaciones con quinina existen y se producen con frecuencia en el ámbito de un uso -no autorizado, por supuesto- como abortivo. Se conocen sus efectos a través de la "sabiduría popular" y se han descrito casos de embarazadas que han recurrido a la ingesta de grandes dosis de quinina con el fin de inducir un aborto. La qunina atraviesa la barrera placentaria y se estima que su absorción por vía digestiva representa un 90% de la dosis ingerida. La acción tóxica la ejerce sobre todos los grupos musculares del cuerpo, en los que reduce considerablemente la respuesta convulsiva, la excitabilidad de la placa neuromuscular y la distribución de calcio en el músculo. Tiene otros efectos de tipo cardíaco, llegando a producir un bloqueo aurículoventricular, y también un efecto de hipoglucemia sintomática. El tratamiento de las intoxicaciones por quinina es similar al empleado en otros alcaloides, uso de neutralizantes (tanino y lugol), tratamiento antagonista, lavado gástrico, etc.
A estas alturas, y aburrido de tantos efectos, al fin y al cabo no es una intoxicación muy frecuente, te estarás preguntando por el título del post de hoy. ¿Cubata fluorescente? Pues sí.
Pregunta: ¿Alguna vez, en algún garito de esos tan cutres que se caracterizan por tener una iluminación fluorescente -normalmente de luz ultravioleta- has observado este efecto visual tan curioso?
Seguro que muchas veces.
Una peculiar característica de la quinina es que es un compuesto muy fluorescente, especialmente en disoluciones ácidas o ligeramente ácidas, como puede ser la tónica.
La fluorescencia es una fotoluminiscencia que se extingue al cesar la radiación que la provoca, al contrario que la fosforecencia en donde la fotoluminiscencia permanece algún tiempo.
Es lo que observamos si sometemos a nuestro cubata de gin tonic o a nuestra tónica (que contiene unas 50 ppm de quinina) a la acción de la luz ultravioleta. En nuestro caso la quinina disuelta emite luz visible al absorber radiación de una longitud de onda menor (ultravioleta). La diferencia entre la energía que se absorbe -del fotón ultravioleta- y la emitida -del fotón visible- se disipa en forma de calor. Si el proceso es rápido hablamos de fluorescencia y si es lento de fosforescencia.
En resumen, la quinina (contenida en nuestro cubata o en la tónica) absorbe la luz ultravioleta y emite una luz azulada que es esa luz tan característica que vemos.
Esa intensidad de emisión de fluorescencia observable en la disolución es directamente proporcional a la concentración de quinina, siempre y cuando mantengamos constantes factores como la intensidad de la fuente de excitación, por ejemplo.
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Para los que aún estáis en activo y os tomáis los cubatas en los bares o discotecas o donde se tomen ahora, si hay luz ultravioleta de por medio, ya tenéis un buen tema de conversación; o bueno, quién sabe, se puede usar un poco de ciencia para ligar. Yo no lo aconsejo, la verdad... Te arriesgas a que tu presa huya despavorid@. Yo lo haría. :-)
Más información:
http://toxnet.nlm.nih.gov/
http://www.nutricion.org/publicaciones/revistas/NutrClinDietHosp08%2828%292_20_25.pdf
Libro: "Medicina Legal y Toxicología Forense". Gisbert Calabuich. Editorial Masson 7ª edición
Imágenes:
http://en.wikipedia.org/wiki/File:Quinine-2D-skeletal.png
http://www.instructables.com/id/Fluorescing-gin-tonic/
http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Tonic_water_uv.jpg